Construye el camino para dejar de procrastinar

La falta de control del entorno, distraerse continuamente y diariamente en el ambiente de trabajo o estudio ocasiona más desánimo e impotencia, creando un círculo vicioso para las emociones diariamente.

Empleo Carolina Gómez

Procrastinar es un terminado muy estudiado, más complicado de lo que se cree, muchos autores lo definen simplemente como acción que define el hecho de posponer siempre actividades unas por otras, comienza por algo sencillo, que se incrementa progresivamente, sin que el individuo caiga en conciencia del grave problema que es.

Es el acto de posponer o retrasar tareas o actividades que deben atenderse, sustituyéndolas por otras más irrelevantes o agradables, pasatiempos, redes sociales, mensajería, música, en fin una serie de elementos, lo que lleva a que a pesar de tener la oportunidad de llevar las actividades a cabo, no se cumple.

También es un hábito que puede tener consecuencias negativas en la salud psicológica, en diferentes aspectos de la vida, como el trabajo, los estudios, las relaciones personales y la salud mental, de cada individuo.

Algunas de las causas comunes de la procrastinación incluyen el miedo al fracaso, la falta de motivación, la incapacidad para manejar el estrés o la ansiedad, la búsqueda de gratificación instantánea, entre otros. 

Procrastinar 2

¿Qué conduce procrastinar indefinidamente?

Son muchos los factores que pueden contribuir y prolongar este estado como:

La falta de motivación, no sentir interés en la tarea o no ver su importancia, elemento que detona ese estado de tristeza o apatía. El miedo al fracaso, tan común, quizás comienza desde el primer contacto de socialización, se comienza cuando se tiene miedo a temer no poder completar la tarea de forma satisfactoria.

Ser perfeccionista, meticuloso y hasta intransigente, también puede llevar a la inacción, así como la dificultad para organizar el tiempo, no tener control del tiempo, ni saber gestionarlo de forma eficiente, ocasiona problemas emocionales por la ansiedad de no terminar a tiempo o de no realizar una actividad.

Por otra parte, la falta de control del entorno, distraerse continuamente y diariamente en el ambiente de trabajo o estudio, ocasiona más desánimo e impotencia, creando un círculo vicioso para las emociones diariamente.

¿Cómo evitar la procrastinación?

Para evitarla se debe establecer metas claras y alcanzables, se sugiere dividir las tareas grandes en objetivos más pequeños y manejables, las metas deben ser claras y realistas, metas específicas y alcanzables en el tiempo, ayuda a mantener el enfoque y la motivación para llevar a cabo las tareas sin importar su grado de dificultad.

Es tan importante priorizar tareas, determina cuáles son las tareas más importantes y urgentes y enfocándose en ellas primero, con plazos realistas, poniendo un tiempo límite para completar cada tarea y lograrlo.

Para seguir en este proceso se debe eliminar las distracciones, ubicar un lugar tranquilo para trabajar o estudiar, sin la influencia de interrupciones. Identificar y eliminar las distracciones del entorno de trabajo permite enfocarse mejor en las tareas a realizar

Cada vez que cumpla con una meta, se debe recompensar por ello, por tus logros, muy fácil, celebrando los avances para mantenerse motivado, estas recompensas por completar las tareas puede ser un incentivo efectivo para evitarla definitivamente, creando hábitos saludables.

Cuando no se consigue avanzar, se debe buscar ayuda, ya que puede causar problemas graves, buscar ayuda de un profesional, de un psicólogo o terapeuta para mejorar la calidad de vida.

Practicar la autodisciplina, sincerarse y poner en prioridad que se debe aprender a autocontrolarse y establecer límites con uno mismo, es clave para evitarla. Esto puede incluir establecer horarios de trabajo y descanso, así como mantenerse fiel a ellos.

Se debe crear un plan de acción, desglosar las tareas en pasos más pequeños y manejables puede hacer que parezcan menos estresantes. Utilizando y creando técnicas para la gestión del tiempo que ayuden a mantener la concentración y la productividad.

Incorporar y practicar la autorreflexión, esto se hace luego de que se identifican las causas subyacentes de la misma y se trabaja en superarlas, mediante la autorreflexión y el autoconocimiento, la meditación, entre otras. Para que deje de ser un hábito es necesario cambiar, con práctica, paciencia.

Hábitos para ser proactivo

Para crear hábitos que eliminen la procrastinación debe tenerse claro, que es un proceso progresivo y gradual, pero con el enfoque primordial, que debe ser consistente en que sí es posible lograrlo.

Se debe identificar qué estalla o altera del entorno, reconocer los factores que llevan a postergar las tareas es el primer paso para combatirla, debe evaluarse individualmente por qué se tiende a procrastinar y qué situaciones o pensamientos desencadenan este comportamiento.

Es primordial establecer rutinas y horarios, que constituyan una rutina diaria que incluya momentos específicos para trabajar en las tareas pendientes, para generar hábitos más productivos. Establecer horarios fijos para realizar ciertas actividades puede ser de gran ayuda.

Día a día, dividir las tareas en pasos más pequeños, se deben diseñar o descomponer las tareas en acciones más manejables y definir plazos realistas para cada una de ellas puede hacer que parezcan menos difíciles y más fáciles de abordar, evitando así la misma. Diseñar un plan de trabajo para gestionar el tiempo, cumplir con tareas pendientes.

Practicar la autorreflexión y autoevaluación, reflexionar sobre los hábitos de procrastinación, identificar los patrones recurrentes y evaluarse el progreso en la eliminación de hábitos para así ajustar las estrategias y lograr ser eficiente y eficaz, practicar alguna actividad al aire libre ayuda a mejorar la capacidad de situarse en el presente.

Es muy importante recordar a cada momento que deben recompensarse los logros en el progreso, esto es un incentivo adicional para mantener la motivación y seguir adelante.

Se debe buscar apoyo del entorno, pedir ayuda y hacer conocimiento sobre compartir tus objetivos propuestos, para pedirles apoyo y fuerza en el seguimiento y motivación para mantenerse comprometido con la eliminación de este estado.

No debe olvidarse que crear nuevos hábitos lleva tiempo y esfuerzo, disciplina y motivación, pero con perseverancia y dedicación es posible superarla y mejorar la productividad.

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