¿Por qué existe desinterés en invertir en España?

La inversión es conocida por ser una herramienta o un medio para obtener al mediano y largo plazo un crecimiento progresivo financiero que permita a la persona que invierte la posibilidad de ahorrar

Economía y Finanzas Valentina Rodríguez

La inversión es conocida por ser una herramienta o un medio para obtener al mediano y largo plazo un crecimiento progresivo financiero que permita a la persona que invierte la posibilidad de ahorrar, seguir invirtiendo, protegerse de la inflación existente en el país y contribuir al crecimiento comercial y financiero del país.

De esta manera, para muchos empresarios e inversionistas ha sido una opción que se ha establecido durante muchísimo tiempo para salvaguardar sus bienes y ayudar a otros en un ámbito financiero, comercial y profesional.

Sin embargo, en los últimos años se ha logrado observar un descenso preocupante en el interés de invertir en España, ya sea a nivel nacional o internacional. Si bien la nación continúa ofreciendo diversas opciones atractivas para los inversores y empresarios, existen una cantidad significativa de elementos que han contribuido a esta tendencia.

Entender cada uno de estos elementos proyectará un mejor panorama de la situación actual que ayudará a una mejor planificación, análisis, decisiones e inversiones estructuradas con la intención de educar y concientizar al país para lograr metas objetivas, claras y precisas que acrecienten tanto el ámbito financiero, profesional como el comercial.

¿A qué se debe esta situación?

Esto puede explicarse debido a las circunstancias que se viven actualmente dentro del territorio que afecta interna como externamente en el ámbito financiero, lo hace que exista un acentuado desfase de oportunidades para que se renueve el interés de acrecentar la economía, sus empresas y profesionales.

De esta manera se tienen los siguientes elementos:

1. Incertidumbre política: la fragmentación del panorama político español, con gobiernos de minoría y cambios frecuentes, ha generado incertidumbre entre los inversores y lo que podría suceder en los próximos años. Esta inestabilidad dificulta la planificación a largo plazo y la toma de decisiones de inversión, por lo que muchas de estas oportunidades terminan perdiéndose.

2. Desaceleración económica: la economía española ha experimentado un desaceleramiento en su crecimiento a lo largo de los últimos años, lo que ha impactado negativamente en la rentabilidad de las inversiones.

3. Alto nivel de desempleo: España mantiene una tasa de desempleo elevada, por lo que el poder adquisitivo decrece exponencialmente para cada ciudadano, lo que afecta el consumo interno y, por ende, el crecimiento económico.

4. Competencia de otros mercados: otros países europeos como Portugal, Alemania, Suiza, Reino Unido e Italia han implementado medidas más atractivas para los inversores, lo que ha desviado la atención de España, colocando incluso en un nivel bajo en recomendaciones de inversión para Bank Of America.

5. Falta de transparencia: se ha percibido una falta de transparencia en algunos sectores de la economía española, lo que ha generado desconfianza entre los inversores al no conocer los procesos, por lo que se guían como la utilidad o actividad que tendrá su dinero dentro de dichos sectores.

*Lee también: Oro físico vs inversiones papel: ¿Cuál es la mejor opción?

inversión EspañaFoto: Maxim Hopman

6. Burocracia: la burocracia excesiva y los trámites complejos para realizar inversiones en España han desalentado a algunos inversores potenciales al pasar por tanto papeleo a realizar, no entender los procedimientos para su aplicación o no contar con los recursos necesarios para aprender sobre estos.

7. Infraestructura deficiente: en algunas áreas, la infraestructura en España, como las carreteras y el transporte público, no se encuentra al nivel de otros países desarrollados, lo que puede ser un factor disuasorio para la inversión.

8. Desigualdad social: la desigualdad social en España es una de las más altas de Europa, lo que genera tensión social y puede afectar negativamente la percepción del país como destino de inversión.

9. Impuestos: la carga fiscal en España es relativamente alta, lo que puede reducir los márgenes de ganancia para los inversores, además de las tasas que se deben de pagar en el ámbito económico.

10. Percepción negativa: existe una percepción negativa en algunos mercados internacionales sobre la economía española y su futuro, lo que ha influido en la decisión de algunos inversores de no invertir en el país por incertidumbre, una mala proyección y posible corrupción.

inversión EspañaFoto: Hunters Race

A pesar de estos desafíos, España aún presenta oportunidades de inversión atractivas, especialmente en sectores como el turismo, la energía renovable y las infraestructuras, las cuales día a día demuestran los avances que han tenido en su área y cómo pueden aportar positivamente al país.

Es relevante resaltar el esfuerzo que realiza el gobierno español con respecto a la toma de medidas para abordar algunos de estos desafíos y mejorar el asunto de la inversión en el territorio, algunas de estas medidas se contemplan en la simplificación de los trámites burocráticos y la promoción de la transparencia de sus procesos para aumentar la confianza de los ciudadanos, inversores, empresarios y profesionales en general.

Se espera, por parte de la Comisión Europea, que la inflación en España se reduzca exponencialmente a un 3,4% permitiendo un mayor respiro económico y para que los ciudadanos recuperen parte de su poder de adquisición.

Incluso, a nivel internacional se ha tenido una mayor presencia en la inversión de sectores locales para su expansión que han logrado, poco a poco, influenciar positivamente en un crecimiento económico, un ejemplo de ello se refleja en el caso de BlackRock y su inversión en el sector inmobiliario español.

invertir EspañaFoto: Tierra Mallorca

Parte de estas oportunidades en España vislumbran un proceso de recuperación por el que se espera sea un progreso formidable, no solo por estas acciones gubernamentales, sino también por la ayuda y presencia internacional que se ha podido evidenciar en el plano financiero y de inversiones.

Sin lugar a dudas resulta una gran esperanza y un incentivo para que exista un mayor número de inversores que apuesten por el país, por ello a lo largo de este año se espera un cambio positivo que, a un largo plazo, medie todas estas problemáticas actuales.

Sin embargo, dicha recuperación en la confianza de los inversores requerirá un esfuerzo sostenido por parte del gobierno y de todos los sectores de la sociedad española para informar, educar, instruir y mejorar el panorama con base en acciones que cambien la perspectiva actual.

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