El Supremo ya busca al filtrador de los datos del novio de Ayuso en la Moncloa

El juez del Tribunal Supremo Ángel Hurtado va a analizar el teléfono del ya exsecretario general del PSOE madrileño Juan Lobato en busca de quién pudo filtrar datos confidenciales de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, que acabaron en la prensa.

Por ahora, en la causa hay dos investigados, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, porque la información salió de Fiscalía.

El instructor tiene encima de la mesa un acta notarial presentada por el socialista en la que se recoge un hilo de WhatsApp con la jefa de gabinete de Óscar López, hombre de confianza del presidente del Gobierno, donde le remite esta información. Además, el magistrado se quedó ayer con el teléfono de Lobato para clonarlo y analizar todos los mensajes relacionados con los hechos.

Tras conocerse que Lobato había realizado ese acta hace un mes, su carrera política ha quedado en entredicho y ha tenido que dimitir de su cargo. Ahora bien, se sentó ayer ante el juez para declarar como testigo y decir, según él, la “verdad” de lo ocurrido. Esa realidad a la que apela y que aparece en los mensajes enviados por Pilar Sánchez Acera, asesora de Óscar López, dejan entrever que en Moncloa tenían ya el e-mail enviado por el abogado de Alberto González, pareja de la presidenta madrileña, a la Fiscalía para proponer un acuerdo de conformidad para evitar una denuncia por fraude fiscal.

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Unos dicen que la asesora tenía ese correo a través de los medios de comunicación. Sin embargo, el juez sospecha que salió directamente de la calle Fortuny, sede de la Fiscalía General del Estado. Como primera reacción, algunas de las acusaciones personadas en la causa solicitaron ayer mismo la imputación de Sánchez Acera.

Esos mensajes fueron enviados el 14 de marzo, horas después de que varios medios de comunicación ya recogieran la existencia de ese ofrecimiento de pacto ante la inspección tributaria abierta al empresario. En los mensajes, Sánchez Acera pretende que Lobato utilice ese documento en la Asamblea contra la presidenta. Sin embargo, Lobato pregunta por el origen.

En la conversación recogida en el acta, el primer mensaje de Sánchez Acera es la imagen del correo electrónico y otro mensaje que dice “cuidado con los datos personales”. “Se puede sacar. Sácasela en la pregunta. Un quien miente señora Ayuso, usted o su novio? Parece que usted. La imagen con la carta es potente”.

Lobato le pregunta acto seguido: “¿Pero se ha publicado en algún sitio esta carta? No tiene fecha. ¿La carta cómo la tenemos? ¿Se ha publicado en algún sitio?”. La asesora le contesta: “Porque llega, la tienen los medios. Vamos a verlo. Para que estés más respaldado. Si es así, te lo digo. Si no, la tienes en retaguardia”.

El secretario general insiste: “Sí porfa. Es buena para explicar en la rueda de prensa con la propia carta pero la necesito diciendo de dónde la saco. Porque si no parece que me la ha dado la fiscalía”. Entonces, Sánchez Acera insiste: “¿A qué hora tienes, a las 10.00, no?”. Lobato la corrige: “11.05. Salimos todos a esa hora. hoy salgo yo el primero. Y luego cada 10 minutos los demás. Antes eran antes de control. Ahora después”.

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La jefa de gabinete sigue preparándolo: “Va a salir antes, para el control. No a las 11. A las 11 ya habrá salido todo el mundo con ella. Pero te aviso cuando salga”. Este mensaje es de las 8.48. A las 9.29, menos de una hora, le envía el enlace de la noticia de El Plural bajo el titular “Esta es la carta del abogado del novio de Ayuso pidiendo un acuerdo a la Fiscalía”.

No obstante, la fecha de publicación de esa noticia es de las 9.06, apenas 15 minutos después de su último mensaje. En esa cadena de mensajes, Sánchez Acera añade: “Ya está. Usted dijo ayer que era una inspección a lo bestia. Usted debe mentir por corrupción a lo bestia y mentirosa salvaje”.

A su salida del TS, Lobato sentenció: “Ya sabéis que para los socialistas siempre la verdad y la ley por delante”.

Con información de La Vanguardia