Conoce este pueblo de Cataluña que podría desaparecer en 2025 por la despoblación

Este pequeño municipio de la comarca del Moianès, se enfrenta a un futuro incierto, ya que con solo 50 habitantes en su núcleo urbano y 93 en total, según datos del Idescat, este pueblo barcelonés no solo combate el éxodo rural, sino que además, lucha contra la erosión del riscal sobre el que se asienta, una colina que pierde terreno con el paso del tiempo.

El pueblo de Granera se sitúa a 830 metros de altitud y está rodeado de bosques de pino rojo, es un ejemplo de la despoblación que afecta a muchas zonas rurales de Cataluña.

En concreto, esta localidad posee una fusión entre un rico patrimonio histórico con un entorno natural privilegiado, aunque la disminución de su población lo ha convertido en un destino más asociado al turismo rural que a la vida permanente.

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El corazón del pueblo late en torno a dos monumentos emblemáticos: el castillo de Granera y la iglesia de Sant Martí.

El castillo, documentado desde el siglo XI, domina el paisaje con sus murallas y restos de edificaciones que evocan su pasado estratégico. Por su parte, la iglesia, con orígenes románicos y transformaciones barrocas, refleja siglos de historia que todavía se pueden apreciar en su estructura.

El municipio no solo es un tesoro arquitectónico, sino también un paraíso para los amantes de la naturaleza. Senderos como los del Serrat de les Pedres y el Pedró ofrecen vistas espectaculares y una conexión directa con los paisajes que definen el Moianès.

Aunque la actividad agrícola ha disminuido, algunas masías aún producen cereales y mantienen su labor ganadera, reforzando el vínculo de Granera con sus raíces.

El turismo ha revitalizado parcialmente el pueblo, convirtiendo muchas casas en segundas residencias para quienes buscan tranquilidad. Sin embargo, este repunte estacional no es suficiente para frenar la despoblación.

Asímismo, el riesgo de que Granera desaparezca como núcleo habitado es real, y su situación refleja un problema más amplio que afecta a muchos municipios rurales.

Para quienes deseen descubrir Granera, llegar desde Barcelona implica un recorrido de poco más de una hora por carreteras que atraviesan paisajes montañosos.

Para llegar a Castellterçol, comienza tomando la carretera C-33 en dirección a Parets del Vallès. A continuación, incorpórate a la AP-7 hacia Girona/Manresa. Después, toma el desvío hacia la carretera C-59 en dirección a Caldes de Montbui. Al final del trayecto, espera un refugio medieval que, a pesar de sus desafíos, sigue siendo un rincón lleno de encanto, historia y naturaleza.

La supervivencia de este pueblo depende en gran medida de iniciativas que combinen la conservación del patrimonio, el impulso del turismo sostenible y el apoyo a la vida rural.

Granera podría ser un recordatorio de lo que se pierde cuando los pequeños municipios quedan al margen del progreso y las políticas de desarrollo.

Con información de El Confidencial