Hábitos de consumo: cómo han cambiado los españoles en la última década y por qué en 2025 compran diferente

Los hábitos de consumo en España han cambiado radicalmente en la última década. Descubre cómo la digitalización, la sostenibilidad y la racionalización económica han transformado la forma en que los españoles compran en 2025

Cultura y Ocio Andy Aguilar
Habitos de consumo en España
Habitos de consumo en España Así han cambiado los hábitos de consumo en España: más digitales, sostenibles y racionales en 2025

Los españoles han implementado significativamente nuevos hábitos de compras y consumo en la última década, impulsados principalmente por la digitalización, la conciencia ecológica y las crisis económicas recientes.

La tendencia general apunta hacia un consumidor más digital, más consciente del valor y más preocupado por la sostenibilidad.

Un consumidor más digital y racional

El consumidor en España ha dejado atrás las inercias del siglo XX y se encuentra inmerso en una transformación profunda de sus patrones de compra. Esta evolución está impulsada por la digitalización omnipresente, una creciente conciencia ecológica y la necesidad de racionalización económica derivada de las sucesivas crisis.

La implementación de nuevos hábitos ha sido irreversible, redefiniendo la relación entre el ciudadano, el producto y el punto de venta. El español ha adoptado de manera masiva la omnicanalidad, convirtiendo su dispositivo móvil en el centro de la experiencia de consumo.

Webrooming, showrooming y poder del consumidor

Hoy, la experiencia comienza con una investigación exhaustiva en línea, comparación de precios, consulta de reseñas y búsqueda de ofertas. Este proceso, conocido como webrooming o showrooming, otorga al consumidor un poder sin precedentes, obligando a las marcas a competir en precio, transparencia y calidad de la información.

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La compra en línea ya no es exclusiva de los jóvenes: se ha convertido en una práctica cotidiana para todas las edades. Esto exige a los minoristas una logística impecable, entregas rápidas y políticas de devolución sencillas. El e-commerce, que creció exponencialmente tras la pandemia de 2020, se ha consolidado como el canal preferente para categorías como tecnología, moda y entretenimiento.

Consumo inteligente y marcas blancas

La inflación y la inestabilidad económica han hecho que el consumidor español sea más cauto y menos impulsivo, priorizando la relación calidad-precio sobre la fidelidad a marcas específicas. Esto ha generado dos fenómenos clave: la consolidación de las marcas blancas y la obsesión por la planificación.

Las marcas de distribuidor han dejado de ser una opción económica para convertirse en pilares de la cesta de la compra en alimentación, droguería y hogar. Los españoles confían en la calidad ofrecida por los grandes supermercados a precios competitivos, lo que ha erosionado la cuota de mercado de las marcas tradicionales.

Planificación y eficiencia en la compra

La compra se ha vuelto más meditada. Los hogares planifican con mayor rigor los menús y las listas de la compra para evitar gastos innecesarios. Aunque la compra por impulso persiste, el grueso del gasto se gestiona con una visión de eficiencia, rotando entre supermercados según las ofertas y aumentando el volumen de compra por acto para minimizar desplazamientos.

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La búsqueda de promociones, antes esporádica, es ahora una rutina integrada en la estrategia de gasto mensual de la mayoría de las familias.

Consumo ético y sostenible

Otro pilar clave es la conciencia de consumo ético y sostenible, que aunque enfrenta el obstáculo del precio, está redefiniendo el mercado. El consumidor no solo pregunta qué compra, sino cómo y a quién.

Existe una presión creciente por la reducción del impacto ambiental, lo que se traduce en una preferencia por el producto local, de kilómetro cero y de temporada, percibido como más fresco y con menor huella de carbono. La lucha contra el desperdicio alimentario ha ganado peso, así como la demanda de envases sostenibles y la eliminación de plásticos de un solo uso.

Segunda mano y suscripción: nuevos modelos

La compra de artículos de segunda mano ha explotado en España. Plataformas digitales especializadas en ropa, tecnología, libros y muebles han normalizado el intercambio de productos usados, desestigmatizando la compra de artículos no nuevos.

Este hábito responde tanto a razones económicas como éticas: alargar la vida útil de los objetos y combatir la sobreproducción. Se valora la durabilidad y la funcionalidad por encima del concepto de estrenar.

Simultáneamente, el consumo por suscripción ha migrado del entretenimiento (Netflix, Spotify) a productos físicos y servicios, consolidando un modelo de consumo más flexible y personalizado.

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