Trump diseña planes para Venezuela ante un posible escenario sin Maduro

La administración de Donald Trump trabaja desde hace meses en planes confidenciales para Venezuela, anticipando un escenario en el que Nicolás Maduro deje el poder.

Según fuentes del gobierno estadounidense, la Casa Blanca contempla diversas alternativas para garantizar la estabilidad del país y llenar el vacío político que podría producirse, ya sea por una salida negociada o por una acción forzada.  

Los documentos internos incluyen opciones que van más allá de la acción militar inmediata. Aunque públicamente Washington insiste en que el aumento de la presencia militar en el Caribe y las operaciones contra embarcaciones de drogas buscan frenar el tráfico ilegal hacia Estados Unidos (EEUU), la planificación revela que se estudia activamente un cambio de gobierno.

Las discusiones internas muestran divisiones sobre el papel que deberían desempeñar las fuerzas armadas y sobre la posibilidad de recurrir a operaciones encubiertas.  

Llamada entre Trump y Maduro

A finales de octubre, Trump mantuvo una conversación telefónica con Maduro, poco antes de que Washington designara al líder venezolano y a sus colaboradores como miembros de una organización terrorista extranjera.

Según un alto funcionario de la Casa Blanca, el presidente estadounidense lanzó un ultimátum y dejó claro que continuaría con las operaciones contra embarcaciones sospechosas en aguas del Caribe.

Aunque no confirmó directamente una intervención, el Consejo de Seguridad Nacional mantiene abiertas todas las opciones.  

Trump confirma llamada con Maduro en plena tensión militar, pero evita dar detalles

La oposición venezolana también ha trabajado en planes para el “día después”, destaca la CNN. Liderada por María Corina Machado y Edmundo González, ha elaborado documentos que contemplan medidas inmediatas para garantizar seguridad, estabilidad económica, energía y servicios básicos.

Según el asesor opositor David Smolansky, parte de estas propuestas ya se han compartido con la administración Trump, aunque no está claro hasta qué punto se han integrado en la estrategia estadounidense.  

Expertos en política internacional valoran positivamente esta preparación. Mark Cancian, del Center for Strategic and International Studies, recuerda que la ausencia de planes claros tras una intervención puede ser desastrosa, como ocurrió en Irak en 2003. A su juicio, la planificación previa puede limitar la capacidad de Trump de retirarse de una eventual operación de cambio de gobierno.  

Venezuela: el “día después”

Uno de los grandes retos será cómo reconstruir la gobernanza tras más de una década de liderazgo chavista. El economista Francisco Rodríguez señala que la legitimidad del nuevo gobierno será clave para levantar sanciones y recuperar acceso a recursos internacionales.

Si Machado y González asumen el poder, el reconocimiento internacional sería inmediato; pero si se conforma un gobierno transitorio con figuras del chavismo, el proceso podría ser más complejo y lento.  

A pesar de las diferencias internas, la administración Trump mantiene comunicación constante con la oposición venezolana y trabaja en múltiples escenarios para actuar con rapidez.

El objetivo, según Smolansky, es reducir la influencia de Cuba, Rusia, Irán y China, países que Washington considera actores estratégicos en el hemisferio y que han respaldado al gobierno de Maduro.  

El futuro de Venezuela, por tanto, se perfila como un tablero geopolítico en el que Estados Unidos busca asegurar su influencia y evitar que otros actores externos consoliden posiciones en un país clave para la región. 

Con información de El Nacional.cat