12 rincones en Barcelona para tener una cita veraniega

Si estás lejos de casa, hay más montañas donde ir a posturear. El parque del Carmel, con el mirador de Joan Sales, el parque de la Creueta del Coll, y el puente de Mühlberg

Cultura y Ocio Sala de redacción

Con la llegada del verano y las altas temperaturas las agendas de los solteros empiecen a estar atiborradas de planes. ¿Eres de las personas que están haciendo ‘matches’ a tutiplén? Pues apúntate estas recomendaciones de dónde tener citas. Porque para lograr el éxito, encontrar el lugar ideal es igual de importante que la persona ideal.

Para los planes más románticos que incluyan el atardecer. Es la hora mágica de Pedralbes, la tradicional apertura de puertas veraniega con la que el monasterio pone su claustro gótico -considerado uno de los claustros más grandes del mundo- a disposición de la ciudadanía, para que lo disfrute bajo el encanto de las últimas luces del día. 

clasutro-monpedralbesMonasterio de Pedralbes / Foto: Ajuntament de Barcelona

Otro plan monumental: la Fundació Joan Miró. Su entrada incluye acceso a sus exposiciones y, por supuesto, al edificio, cuyas terrazas, gracias a la perfecta ubicación en Montjuïc, cuenta con unas vistas dignas del mejor postureo. 

fundacio-joan-miro-3-e1539849380490Fundació Joan Miró

¿Más planes con vistas? Una cita a lo ‘A tres metros sobre el cielo’. Sin duda, un clásico del romanticismo. Por Montjuïc tienes muchas [email protected] con miradores panorámicos espectaculares. Por ejemplo, la Font del Gat en los jardines de Laribal (Santa Madrona, 2), el mirador del Alcalde (Jardins del Mirador, carretera de Montjuïc, 43), la plaza Carlos Ibáñez, cerca del Hotel Miramar, y el parque del Mirador del Poble-sec (paseo de Montjuïc, 28).

El puente de Mühlberg  / JORDI OTIX  Puente de Mühlberg

Si estás lejos de casa, hay más montañas donde ir a posturear. El parque del Carmel, con el mirador de Joan Sales (Pau Ferran, 44), el parque de la Creueta del Coll (Mare de Déu del Coll, 77) y el puente de Mühlberg (Mühlberg, 94) son clásicos de los cazadores de vistas. Se ve lo mismo que desde los mal llamados “búnkers” y sin la marabunta de turistas borrachos que arruinarían cualquier plan romántico.

Con información de elPeriódico

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