Muere 'el rey de los megayates' Paolo Vitelli tras un accidente doméstico

La empresa Azimut-Benetti, una de las empresas de yates de lujo con más prestigio del mundo, aperturó una tienda boutique en el madrileño barrio de Salamanca el pasado 3 de noviembre.

En este sentido, una apertura destinada a atraer a los compradores latinoamericanos y extranjeros que viven en la capital española y que parecía augurar un excelente cierre para la empresa este 2024.

Sin embargo, la compañía culminó el año con una tragedia: la muerte de su fundador, el italiano Paolo Vitelli el 31 de diciembre a causa de un accidente doméstico.

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El empresario, tenía 77 años y estaba en su casa de Mascognaz, ubicada en la pedanía italiana de Ayas, en el Valle de Aosta. Había organizado una fiesta de Año Nuevo con sus amigos y su pareja, Anna Chiusiano, cuando tuvo un percance.

En concreto, intentó abrir la puerta de su garaje con la mala suerte de que el pavimento estaba deslizante por el hielo, perdió el equilibrio y se golpeó la cabeza contra un muro de piedra. Murió desnucado y los servicios de emergencia no pudieron hacer nada para reanimarlo.

Ese día, se produjo una gran conmoción en el pueblo en el que vivía retirado desde que no estaba al frente de la empresa.

A pesar de que Vitelli hizo fortuna gracias al mar, era un hombre de montaña y pasó sus últimos días retirado en la sierra, donde disfrutaba de paseos y actividades al aire libre.

Nacido en Turín el 4 de octubre de 1947, estudió la carrera de Económicas y fundó Azimut en 1969 con 500.000 liras que había obtenido con la venta de una discoteca que había abierto con sus amigos.

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En un primer momento, la empresa se dedicaba al alquiler de veleros. Posteriormente, empezaron a crear sus propios diseños de barcos de vela y pequeñas embarcaciones.

El punto de inflexión llegó cuando en 1985 compraron la histórica marca italiana de megayates Benetti, que estaba al borde de la quiebra. Fue ahí donde cambiaron su modelo de negocio y empezaron a diseñar, fabricar y vender embarcaciones de lujo para clientes tan célebres como David Bowie o el príncipe Raniero de Mónaco.

Entre sus compradores más VIP de la actualidad se encuentran Cristiano Ronaldo, Giorgio Armani, David Beckham o Kylie Jenner.

Considerado un pionero de la náutica italiana, Vitelli fue apodado como 'El rey de los megayates' y su clientela se fue haciendo cada vez más exclusiva.

Sus embarcaciones se convirtieron en las favoritas de los archimillonarios, fabricando diferentes modelos que iban desde los 26 hasta los 44 metros de eslora.

A pesar de todo, él no tenía un gran yate. "Puede parecer extraño, pero sólo tengo un barco de 9 metros que uso para viajes cortos y que espero utilizar un poco más ahora que me jubilo", dijo en una entrevista.

En los últimos tiempos, ha sido la hija de Paolo Vitelli, Giovanna (49), la que ha llevado la gestión de esta sociedad que el pasado 2024 facturó 1.300 millones de euros. Con más de 2.500 empleados y presencia en 70 países, operan a través de una red mundial de tiendas y concesionarios.

Sus barcos se producen en 6 astilleros, cinco de los cuales están en puertos italianos y otro en Brasil.

Con información de El Mundo