Entrenamiento de alto y bajo impacto: diferencias, beneficios y riesgos para tu salud

Descubre la diferencia entre entrenamiento de alto impacto y bajo impacto, sus beneficios, riesgos y cómo elegir la mejor opción según tu condición física. Aprende por qué combinar ambos puede mejorar tu salud cardiovascular, proteger tus articulaciones y prevenir lesiones

Salud y Bienestar Andy Aguilar
Ejercicios de alto impacto vs bajo impacto
Ejercicios de alto impacto vs bajo impacto

La diferencia entre entrenamiento de alto impacto y bajo impacto radica en la fuerza que se transmite a las articulaciones al interactuar con el suelo. Este factor determina los beneficios y riesgos de cada modalidad, y define qué tipo de ejercicio es más adecuado según tus objetivos y condición física. Es importante aclarar que impacto no es lo mismo que intensidad: un ejercicio puede ser de bajo impacto y, aun así, tener alta intensidad.

¿Qué es el entrenamiento de alto impacto?

El alto impacto incluye movimientos donde ambos pies se despegan del suelo, como correr, saltar la cuerda o hacer jumping jacks. Este tipo de ejercicio genera una carga que puede superar el doble del peso corporal, lo que lo convierte en una opción eficaz para mejorar la resistencia cardiovascular y quemar calorías rápidamente. Además, estimula la densidad ósea, ayudando a prevenir la osteoporosis y fortaleciendo el sistema musculoesquelético.

Sin embargo, el alto impacto también implica riesgos: lesiones por sobrecarga en rodillas, tobillos y columna, como tendinitis, fascitis plantar o fracturas por estrés. Por ello, se recomienda para personas con buena condición física y técnica adecuada, además de usar calzado apropiado para amortiguar la carga. Una técnica correcta de amortiguación y una progresión gradual son esenciales para evitar lesiones.

¿Qué es el entrenamiento de bajo impacto?

El bajo impacto se caracteriza porque al menos un pie permanece en contacto con el suelo o porque se realiza en medios que reducen la gravedad, como el agua. Ejemplos: caminar, nadar, ciclismo, yoga, pilates o elíptica. Este tipo de ejercicio reduce el estrés articular, siendo ideal para principiantes, adultos mayores, personas con sobrepeso, embarazadas o en rehabilitación.

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Su principal ventaja es la sostenibilidad: permite entrenar más tiempo y con menor riesgo de lesiones. Aunque la quema calórica por minuto es menor, se compensa con sesiones más largas y frecuentes, logrando beneficios cardiovasculares y metabólicos a largo plazo. Además, el bajo impacto favorece la recuperación activa, mejora la movilidad y ayuda a mantener la constancia en el entrenamiento.

¿Cuál elegir y cómo combinar ambos?

No existe un ganador absoluto. El alto impacto es ideal para mejorar la capacidad cardiovascular y fortalecer huesos, mientras que el bajo impacto prioriza la seguridad y la constancia. Lo más recomendable es combinar ambos según tu nivel y objetivos. Por ejemplo, un corredor puede incluir sesiones de ciclismo o natación para reducir el estrés articular, mientras que un principiante puede empezar con caminatas y progresar hacia trotes ligeros.

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Antes de iniciar cualquier rutina, evalúa tu condición física y consulta a un profesional. Recuerda que la elección debe ser personalizada, considerando tu salud articular, experiencia previa y metas. Una planificación adecuada no solo maximiza los resultados, sino que también minimiza el riesgo de lesiones.

Consejos prácticos para aplicar en tu rutina

Si decides incorporar ambos tipos de entrenamiento, hazlo de forma estratégica. Por ejemplo, puedes alternar sesiones de alto impacto con días de bajo impacto para permitir la recuperación muscular y articular. Incluye ejercicios de fuerza y movilidad para mejorar la estabilidad y reducir el riesgo de lesiones.

Además, escucha a tu cuerpo: el dolor persistente es una señal para ajustar la intensidad o cambiar la actividad. Recuerda que la clave para un entrenamiento exitoso no es solo la intensidad, sino la constancia y la adaptación progresiva. Así, podrás disfrutar de los beneficios del movimiento sin comprometer tu salud a largo plazo.

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