El hijo de Rob Reiner acusado de matar a sus padres

La ciudad de Los Ángeles se encuentra conmocionada tras conocerse la detención de Nick Reiner, hijo del célebre director y actor Rob Reiner y de su esposa Michele Singer, hallados muertos en su residencia de Brentwood el pasado domingo. El caso ha generado un fuerte impacto en Hollywood y en la opinión pública internacional.  

Nick Reiner, de 32 años, fue arrestado horas después del hallazgo de los cuerpos y permanece bajo custodia policial. Según los registros del Departamento de Policía de Los Ángeles, enfrenta cargos graves de asesinato y se le ha impuesto una fianza de 4 millones de dólares.

Fuentes citadas por CBS News confirmaron que las víctimas presentaban múltiples heridas de arma blanca, aunque las autoridades han difundido pocos detalles adicionales sobre las circunstancias del crimen.  

Rob Reiner, director de películas icónicas como La princesa prometida, Cuenta conmigo, Cuando Harry conoció a Sally, Misery o Algunos hombres buenos, era considerado una figura clave en la historia del cine estadounidense.

La noticia de su muerte y la de su esposa ha provocado una oleada de mensajes de consternación, mientras los medios internacionales ponen el foco en la vida de su hijo Nick, marcada por una larga lucha contra las adicciones.  

Contexto

Nick Reiner es el segundo de los tres hijos del cineasta. Su carrera en la industria fue discreta, con un único crédito relevante como coguionista de la película Being Charlie (2016), dirigida por su padre. El filme narraba la historia de un adolescente con problemas de drogodependencia, inspirada en la propia experiencia de Nick.  

En entrevistas concedidas en aquel momento, Nick habló abiertamente de sus años de consumo, de sus ingresos en centros de rehabilitación y de los períodos en los que llegó a vivir en la calle.

Consternación en Hollywood: Rob Reiner y su esposa hallados muertos en Los Ángeles

En declaraciones a la revista People, reconoció que se convirtió en indigente por negarse a ingresar en los programas de rehabilitación que sus padres le proponían.

“Si quería hacerlo a mi manera y no ir a los programas que sugerían, entonces tenía que ser indigente”, afirmó entonces.  

La relación con sus padres

La película Being Charlie también reflejó aspectos de la relación entre padre e hijo. Una de las frases del personaje paterno decía: “Preferiría que me odiaras y que siguieras vivo”.

En entrevistas posteriores, Nick admitió que no había “conectado mucho” con su padre durante la infancia. Rob Reiner reconoció que, en su desesperación, priorizó el consejo de especialistas por encima de escuchar directamente a su hijo. Michele Singer añadió que los profesionales les aseguraban que Nick “mentía” o “manipulaba”, y ellos les creyeron.  

El diario Los Angeles Times recordó que Nick “pasó años luchando con la adicción y, con la ayuda de su padre, contó su historia al mundo”. Según el medio, logró mantenerse sobrio hacia 2015, cuando trabajó junto a Rob en Being Charlie.

Sin embargo, tras esa experiencia no volvió a acumular créditos relevantes en la industria y expresó su deseo de forjar un camino independiente.  

Investigación en curso

La policía mantiene bajo reserva los detalles más específicos del caso, que ha alcanzado una amplia repercusión mediática. Mientras avanza la investigación, Nick Reiner permanece detenido a la espera de los próximos pasos judiciales.

El crimen ha abierto un debate sobre la fragilidad de las relaciones familiares en contextos de adicción y sobre cómo las trayectorias personales pueden terminar marcadas por tragedias irreparables.  

Con información de BBC Mundo