Las redes sociales están cambiando el lenguaje

Las redes sociales son plataformas virtuales y digitales por medio de las cuales, gracias a herramientas como la publicación de texto, de comentarios, del uso de un perfil personalizado por usuario, se desarrolla una comunicación cercana rompiendo la barrera de la distancia. Esto ha creado una especie de sociedad digital donde nacen costumbres, nacen términos, nacen conductas características dentro de ellas (y que pueden llegar a afectar también en la vida real de los usuarios)

Visto de esta manera, se puede entender el entorno de las redes sociales como una simulación de la realidad. Al mismo tiempo, puede ser una ventana hacia esta realidad. 

Porque, al permitir el “posteo” (publicación) de imágenes o vídeos personales, se crea la percepción por la audiencia que perciba esta publicación de determinado usuario como una participación en la realidad del mismo. Esto puede caer en comparaciones, en una imagen falsa de “perpetua felicidad y perfección” en redes sociales, como en Instagram, donde todos parecen tener una vida idónea. 

Si se usa una perspectiva de tercera persona, si por un solo momento se abandona la posición de partícipe de esta simulación de la realidad, o de esta realidad virtual, y se ve todo este panorama del que todos forman parte analizando cada mínimo detalle se puede constituir que realmente ha nacido una nueva sociedad: la digital. Los modismos, por ejemplo, son los que a lo largo de los años caracterizan a determinadas comunidades o países.E

El término “tío” con connotación informal para referirse a alguien de manera amable, es entendido por todos los hispanohablantes como de origen Español. De la misma manera, la migración ha contribuido a identificar distintas nacionalidades gracias al uso de palabras clave o modismos. El equivalente a “tío” para venezolanos sería “chamo” o para colombianos “parce”.

Desde este simple análisis y usándolo de criterio, se puede volver a observar la sociedad digital con la pupila más pulida. Hoy día estas barreras de los modismos, divididas tradicionalmente por la nacionalidad, se han roto gracias al internet. Y no solo por el hecho de que la globalización de la web ha permitido la comunicación entre diversos países, ciertamente apropiando términos unos de otros, sino porque Internet ha creado sus propios modismos.

Resulta complicado para los más adultos entender las nuevas terminologías nacidas en internet como “millenial”, “centennial”, “posteo”, “funa”, “likes”, “podcast”, “generación de cristal”, incluso teorías sociales respecto al hombre: como los denominados “incel” o “sigma” y para la mujer como: “mujeres de alto valor”. Realmente estos términos son solo la punta del iceberg de internet, y es que, pareciera que con su consumo masivo nace también la necesidad de un nuevo idioma, de nuevas categorías para la realidad misma o para sucesos ocurridos en la web.

 Respecto a esto último, tenemos palabras como “clickbait” que se popularizó mucho más gracias al auge de los Youtubers de todos los países. En torno al año 2014 a 2017 fue tendencia y hasta tomado con humor. Para explicar este término se debe entender que la creación de contenido estaba aumentando, existía mucha competitividad, había cierta élite que destronar si los nuevos creadores de contenido deseaban posicionarse. 

Esto ocasionó una estrategia (ya usada por medios tradicionales como la TV) en donde los títulos eran alarmantes. Se aprovechaba todo lo que un usuario pudiera percibir en primer momento, cuando el vídeo apareciera entre las sugerencias: título, miniatura, duración del vídeo (popularizando los vídeos de 10 horas en adelante, donde creadores como Mr. Beast lograron aumentar su audiencia).

Pero, ¿qué era realmente un “clickbait”? Para la comunidad consumidora y creadora de estos contenidos audiovisuales, se consideraba un fenómeno poco ético, porque se usaba el engaño. Hoy día conocemos los famosos vídeos donde en el título se promete ganar cierta cantidad de dinero en muy poco tiempo con tan solo verlo. Más de uno ha dado click por curiosidad, perdiendo el tiempo luego.

Y es aquí donde nace el sentido de esta estrategia. Su misión es simplemente conseguir un “click” porque representa un dato importante, que se almacena en la plataforma donde esté publicado el contenido y que lo puede posicionar mejor conforme mayor cantidad de “clicks” existan. Es arriesgado, porque un usuario podría indicar entre las opciones de la plataforma que no se le recomienden más vídeos de este tipo. Lo que afecta directamente al creador. Pero esto no siempre pasa, por eso no cesan los clickbait.

Ahora bien, se realizará un breve glosario de los términos mencionados: 

¿Qué son los centennial y millenial?

Hacen referencia a dos generaciones que se han diferenciado por el momento en que aparecieron y su relación con el mundo digital o informático. Los Millenials son todas las personas nacidas en torno a 1981 y 1993. Y los Centennials o “generación Z” son nacidos entre 1994 y 2010.

¿Qué es “postear”, “likear” o “funar”?

“Postear” es un anglicismo del hecho de realizar una publicación en una red social cualquiera. Lo mismo para “likear” en referencia a la interacción del usuario con una publicación mediante el botón de “like” (que también representa un dato en el algoritmo de la red). Y para la palabra “funar” se usa para identificar una exposición pública (en las redes) de los acosos, abusos, o maltratos, estafas, realizadas por una persona atentando contra su reputación e integridad.

Esta última puede caer en difamación, por lo que normalmente se apoya de pruebas como los “captures” que representan llamados “pantallazos” donde, desde el celular, se captura imágenes de los mensajes enviados por la persona “funada” o “expuesta”. Esta palabra puede ser símil de “cancelar”.

¿Qué es un podcast y por qué hay tantos?

La popularidad del podcast vino gracias a la pandemia covid-19, ofreciendo un contenido duradero (de una hora, en promedio) que podía usarse como fondo mientras la persona realizaba trabajo remoto, sus quehaceres, o cualquier otra cosa. Esto permitió la facilidad de contenido visual o solo audio. Un podcast es lo más cercano a lo que fue la radio, es un programa de una o varias personas donde se dedican a conversar sobre varios temas (normalmente en tendencia, para causar impacto y lograr consumo) muchas veces con índole informal, otras para ofrecer una explicación clara de los sucesos basándose en autores. 

 Esto los hace populares y son, en imagen, fáciles de realizar. ¿A quién no le ha pasado que, en una conversa con sus amigos, existe tal sincronía y gratitud que no faltan las risas? Incluso cuando se tocan temas serios. Esto es lo que permite el Podcast, dar para la audiencia la sensación de pertenecer a un grupo social. Lo que, visto como un reemplazo a la interacción social, puede ser visto con preocupación.

Muchos autores han visto este cambio en el lenguaje como un atraso para la sociedad, y puede ser cierto en situaciones donde, como el ejemplo del Podcast, los nuevos términos reemplacen totalmente los modismos tradicionales propios de la cultura del país. Esto pierde la identidad nacional, pero no solo eso, también pierde el interés por aumentar el léxico y, asimismo, empeora la comprensión lectora o la facilidad de mantener una buena conversación.

Sin embargo, hay que adaptarse. En México, por ejemplo, se ha tomado la iniciativa de crear un diccionario que agrupe y explique todos estos anglicismos nacidos de las redes sociales. Este es el caso de “ERES” (Diccionario del Español Especializado en Redes Sociales) al que se invita echar un vistazo para quienes no estén empapados de todos estos nuevos modismos. Su sitio web es: eresdiccionario.com