Casa natal de Hitler se convertirá en una comisaría y un centro educativo

Las obras para transformar la casa natal de Hitler en una comisaría y centro educativo en Braunau am Inn avanzan con estrictas medidas de seguridad para evitar el robo de escombros por grupos neonazis

Cultura y OcioYusmary CocciaYusmary Coccia
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Las obras para transformar la casa natal de Adolf Hitler en una comisaría de policía y un centro educativo están en pleno desarrollo en la pequeña localidad de Braunau am Inn. Este proyecto, que comenzó tras una decisión gubernamental en 2017 y está previsto que finalice a finales de 2025, ha captado la atención de miles de personas en el mundo. Recientemente, la renovación volvió a dar de qué hablar debido a las estrictas medidas de seguridad implementadas para evitar el robo de escombros por parte de grupos neonazis.

Hasta el momento, el gobierno austriaco ha invertido alrededor de 20 millones de euros en la conversión del inmueble, buscando eliminar el atractivo simbólico del edificio para los admiradores del dictador nazi. El nuevo complejo no solo albergará una comisaría de policía, sino también una sucursal de la Academia de Seguridad que ofrecerá formación en derechos humanos para los agentes, marcando un fuerte contraste con el pasado del lugar.

La radio y televisión pública ORF de la región Alta Austria reveló que las medidas de seguridad para prevenir el robo de escombros son extremadamente rigurosas. Los operativos de monitoreo están en funcionamiento las 24 horas del día para asegurar que no se lleve nada del sitio.

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Además, se implementó un método innovador para el tratamiento de los escombros generados durante la demolición: los restos son triturados y mezclados con desechos de otras obras, complicando su recolección y uso como recuerdos por parte de quienes buscan reliquias relacionadas con el régimen nazi.

La casa natal de Hitler fue, durante años, un punto de atracción para turistas y extremistas interesados en la figura del dictador. Por esta razón, el gobierno tomó la decisión de expropiar el inmueble, tras una prolongada disputa judicial con la anterior propietaria, para evitar que el edificio se convirtiera en un santuario para grupos neonazis. Desde entonces, se ha trabajado para reconfigurar el sitio en una forma que aporte positivamente a la comunidad.

El proyecto ha enfrentado diversos retrasos, incluyendo aquellos provocados por la pandemia de COVID-19. No obstante, las autoridades continúan la ejecución de las obras para cumplir con el objetivo de transformar el edificio en un centro de seguridad y educación. 

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