El sepulcro de Santa Teresa de Jesús fue abierto 110 años después de su revisión

Tras más de un siglo de silencio, el sepulcro de Santa Teresa de Jesús fue abierto nuevamente en la Basílica de la Anunciación de Alba de Tormes. Esta fue una jornada importante en el ámbito de la conservación de reliquias religiosas gracias al descubrimiento del estado "excepcional" en el que se encuentra el cuerpo de la mística abulense.

El equipo científico-médico, encabezado por el profesor Luigi Capasso y acompañado por Marco Chiesa, postulador general de la Orden del Carmelo Descalzo, realizó un exhaustivo análisis del sepulcro y de tres de las reliquias más veneradas de Santa Teresa: su corazón, su brazo y su mano. Estas reliquias están custodiadas en diferentes localidades: el corazón y el brazo en Alba de Tormes y la mano en el Monasterio de las Carmelitas Descalzas de Ronda, Málaga.

Los resultados del estudio han confirmado que el estado de conservación de estas reliquias es excepcional, sin requerir medidas adicionales de conservación. Según Chiesa, “el equipo ha trabajado intensamente y ha podido constatar el buen estado de las tres reliquias”, añadiendo que estas volverán a sus respectivos relicarios sin necesidad de intervención adicional.

Miguel Ángel González, prior de los carmelitas de Alba de Tormes, expresó su satisfacción por los resultados, manifestando que “ha sido una gran alegría recibir esta noticia de manera tan rotunda”. Asimismo, informó inmediatamente a las Madres Carmelitas Descalzas de Alba de Tormes y de Ronda para proceder con la limpieza de los relicarios del brazo y el corazón. 

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El proceso de extracción y análisis de las reliquias contó con la colaboración de Ricardo Plaza, carmelita descalzo y restaurador, así como con los orfebres salmantinos Ignacio Manzano Martín y Constantino Martín Jaén, quienes han desempeñado un papel crucial en la manipulación de las reliquias.

Además, durante la jornada, el Postulador General, el equipo médico y los miembros del tribunal eclesiástico, junto con la hermana más anciana de la comunidad, realizaron el juramento de fidelidad ante los evangelios, conforme a las instrucciones vaticanas para el estudio y conservación de sepulcros y reliquias de los santos.

La hermana María Victoria de la Sagrada Familia, de 83 años, quien lleva 61 años en el Monasterio de la Anunciación, recordó que el sepulcro de Santa Teresa fue abierto por última vez en 1914 y ha sido testigo de la veneración y conservación de las reliquias desde entonces. Su testimonio y el reciente análisis brindan una visión renovada sobre la perdurabilidad de la mística y su legado.

Este evento subraya la importancia histórica y espiritual de Santa Teresa de Jesús, reafirmando su lugar en la devoción católica y en la historia de Alba de Tormes. Se prevé que la restauración de estos relicarios y el de la mano se culmine durante el próximo año 2025.