Una profesora gana 120.000 euros al año con un trabajo secundario de 2 horas diarias

El caso de la profesora Becky Powell refleja muy bien lo que se puede lograr con un trabajo secundario que tan solo nos lleve dos horas diarias en realizarlo. Esta emprendedora estadounidense prepara hojas de trabajo digitales para que sus colegas educadores las compren.

Powell dedica, en promedio, unas 10 horas por semana a preparar cuadernillos digitales de ejercicios para ayudar a sus colegas a enseñar la alfabetización a estudiantes jóvenes. Todo esto desde una plataforma de tiendas en línea llamada Teachers Pay Teachers, un mercado al estilo Etsy.

La profesora de preescolar de 41 años de Beaverton, Oregon, ganó 120.000 el año pasado con esa actividad, según documentos que entregó y que revisó CNBC Make It.

La tienda y perfil de Powell, Sight Word Activities, actualmente cuenta con 427 anuncios diferentes, que van desde descargas gratuitas hasta un paquete de 20 cuadernillos por 30 euros.

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Cuando comenzó con este negocio secundario en 2015, ganó lo suficiente para pagar la factura mensual del seguro de su automóvil (aproximadamente 60 euros) en cuestión de semanas, señala al medio.

Después de tres meses, los ingresos adicionales cubrieron los pagos mensuales del préstamo estudiantil de ella y su esposo, agrega.

Su aula era su laboratorio de investigación y su habilidad para enseñar a los niños a leer a primera vista la ayudó a llenar un hueco en el sitio web, dice. De esta forma, fue aumentando el contenido de su trabajo secundario cada verano, para poder mantener un horario más flexible durante el año escolar.

Powell señala a CNBC que no es necesario gastar dinero para comenzar: "Teachers Pay Teachers tiene niveles gratuitos y pagos para vendedores. Los 'vendedores básicos' conservan 55% de sus ventas, mientras que los 'vendedores premium' pagan casi 60 euros por año para conservar 80% de sus ventas".

Dos hacen más fuerza

Powell paga esa cuota de suscripción, al igual que su marido Jerome, un ingeniero informático a tiempo completo que gestiona otra tienda de Teachers Pay Teachers, llamada Editable Activities . Su tienda generó más de 50.000 euros adicionales el año pasado, y su experiencia en optimización de motores de búsqueda ayudó a Powell a poner en marcha su tienda, afirma.

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A la consulta de CNBC Make It sobre si cree que su trabajo secundario es replicable, Powell señala que: "Sí, creo que sí, especialmente si tienes una combinación de pasión y conocimiento del mercado educativo. Necesitas esas cosas para identificar las brechas en el aprendizaje y desarrollar tu intuición".

La profesora destaca que, "una cosa es tener una carrera en un mercado específico y otra muy distinta es conocerlo de verdad, por lo que hay que investigarlo".

Agrega que hay encontrar consumidores para ese mercado y entrevistarlos, de modo que se conozca de manera tan innata e íntima que se puedan ver los puntos débiles.

"Una vez que combinas todas esas cosas, no podrás crear algo que podría funcionar o que debería funcionar. Sabes que funcionará".

El éxito de un trabajo secundario

Respecto a si el trabajo secundario exitoso le ayudó a ganar confianza dentro o fuera del aula, la profesora argumenta que: "Me especialicé en educación, por lo que nunca tuve una mentalidad comercial ni de ventas. No es mi campo. Jerome me ayudó a comprender el SEO, el marketing y cómo ponerme en el lugar de los consumidores".

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En este sentido, Powell destaca que "ha sido un equilibrio tan asombroso. Pero tuve que superar la mentalidad de ¿Qué hago ahora? No estoy en el negocio. Ahora veo que mi confianza se refleja en mi capacidad y voluntad de enseñar a los demás. He ayudado a ocho amigos y compañeros de trabajo a abrir sus propias tiendas en Teachers Pay Teachers. Nunca les cobro ni lo haría nunca. Me emociona que aquellos a quienes asesoro tengan éxito por sí mismos".

El medio le pregunta la clave de su éxito. "Mi marido siempre me decía: 'La riqueza se encuentra en los nichos'. Encuentra ese área en la que realmente te va bien y concéntrate en ella", sentencia.

Con información de elEconomista