La silla "o" de la RAE quedó vacante tras un intenso proceso electoral

La RAE no logró elegir sucesor para la silla "o" tras tres votaciones fallidas entre Luis Alberto de Cuenca y Luis Fernández-Galiano, por lo que deberá reabrirse el proceso de elección

Cultura y OcioYusmary CocciaYusmary Coccia
Fachada de la sede de la Real Academia Española| Foto: RAE.es
Fachada de la sede de la Real Academia Española. Foto: RAE.es

La Real Academia Española (RAE) enfrenta una situación inusual tras celebrar este jueves un tenso pleno en el que ninguno de los dos candidatos a ocupar la silla "o" (el poeta y filólogo Luis Alberto de Cuenca y el arquitecto Luis Fernández-Galiano) logró alcanzar la mayoría requerida después de tres votaciones consecutivas. La plaza, vacante desde el fallecimiento del arquitecto Antonio Fernández de Alba el 7 de mayo de 2024, deberá ser convocada de nuevo, prolongando así un proceso que ha revelado las divisiones internas de la institución.  

El reglamento de la RAE establece un estricto protocolo para la elección de nuevos académicos. En la primera votación, el candidato necesita el apoyo de dos tercios de los presentes. De no alcanzarse, se procede a una segunda ronda con el mismo requisito. Si persiste el empate, una tercera votación exige la mayoría simple (mitad más uno).  

El jueves 29 de mayo, ni De Cuenca ni Fernández-Galiano superaron ese último escollo, a pesar de que ambos contaban con respaldos significativos. Según fuentes cercanas a la Academia, la votación fue ajustada y polarizada, reflejando las distintas sensibilidades entre los académicos: unos abogaban por reforzar el perfil literario de la institución, mientras que otros defendían la incorporación de un representante de las artes visuales y la arquitectura.  

Esta no es la primera vez que la RAE se enfrenta a una elección fallida. En 2015, la silla "e" quedó vacante después de que ni el político Josep Borrell ni el pintor Eduardo Arroyo consiguieran los votos necesarios. Aquel episodio, al igual que el actual, puso de manifiesto los equilibrios de poder dentro de la institución y las dificultades para alcanzar consensos cuando los candidatos representan disciplinas muy distintas.  

Algunos académicos, consultados de manera extraoficial, han señalado que la falta de acuerdo podría deberse a que ninguno de los aspirantes logró convencer a los indecisos, en un contexto donde las alianzas personales y las afinidades intelectuales juegan un papel clave.  

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Nacido en Calatayud en 1950, Fernández-Galiano es una figura destacada en el mundo de la arquitectura española. Catedrático emérito de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM), ha combinado su labor docente con una intensa actividad crítica. Dirige la prestigiosa revista Arquitectura Viva y durante años fue responsable de la sección de arquitectura de EL PAÍS, donde sus artículos recopilados en el libro Años alejandrinos (2019) se convirtieron en referencia del sector.  

Su candidatura, avalada por los académicos José Manuel Sánchez Ron, Soledad Puértolas y Clara Sánchez, buscaba ampliar el perfil multidisciplinar de la RAE, tradicionalmente dominada por escritores y lingüistas.  

Por su parte, Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) es uno de los poetas más reconocidos de su generación. Doctor en Filología Clásica, su obra galardonada con el Premio Nacional de Poesía y el Premio de la Crítica destaca por su mezcla de cultura clásica, ironía y referentes pop.  

Pero más allá de su faceta literaria, De Cuenca ha sido un destacado gestor cultural: dirigió la Biblioteca Nacional de España y ocupó el cargo de secretario de Estado de Cultura entre 2000 y 2004. Su candidatura contaba con el respaldo de Luis Mateo Díez, Carmen Iglesias y Pedro Álvarez de Miranda, tres grandes de la institución.  

La RAE deberá volver a convocar la plaza en los próximos meses. Podrán presentarse los mismos candidatos o nuevos aspirantes, en un proceso que podría prolongarse si no hay acuerdos claros.  

Mientras tanto, la Academia tiene otra vacante pendiente: la silla "L", que quedó libre tras el fallecimiento del Nobel Mario Vargas Llosa el pasado 13 de abril. 

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