Ciudadanos de Barcelona alertan sobre focos de inseguridad, según encuesta

Barcelona enfrenta una brecha entre la seguridad ciudadana y la percepción social, según la Encuesta de Victimización 2025. Descubre los datos, zonas más inseguras y medidas adoptadas por el Ayuntamiento

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Calles poco iluminadas en Barcelona, sinónimo de inseguridad o peligro|Foto: La Vanguardia/Àlex Garcia
Calles poco iluminadas en Barcelona, sinónimo de inseguridad o peligro|Foto: La Vanguardia/Àlex Garcia

La Encuesta de Victimización de Barcelona (EVB) 2025, presentada parcialmente en la junta local de seguridad celebrada el 21 de julio, revela que más de la mitad de los encuestados, un 51,4%, manifiesta temor ante posibles ataques físicos o robos, en un balance de los hechos delictivos del primer semestre de este año.

El estudio, basado en 4.000 entrevistas realizadas entre el 17 de febrero y el 19 de marzo, que recoge La Vanguardia, ha desvelado que esta inquietud afecta especialmente a las mujeres, con un 56,2% declarando sentirse preocupadas, frente a un 33,8% de los entrevistados que se consideran bastante preocupados y un 17,6% muy preocupados.

Los datos más recientes muestran una disminución notable en la incidencia delictiva en Barcelona, atribuida principalmente al refuerzo de la vigilancia policial en las calles. No obstante, persiste una brecha considerable entre las cifras oficiales y la percepción ciudadana, marcadamente subjetiva, en torno a la seguridad pública.

La encuesta pone en evidencia que los entornos con escasa visibilidad y deficiente iluminación generan mayor sensación de vulnerabilidad o peligro. Esta percepción ha impulsado una demanda creciente por parte de la ciudadanía para mejorar la iluminación en zonas públicas.

Como respuesta, el Ayuntamiento de Barcelona ha incorporado esta inquietud a su agenda política, destinando recursos significativos a proyectos de mejora ya implementados, presupuestados o en fase de planificación para los próximos años.

La EVB 2025 muestra que el 52,4% de los entrevistados se sienten en peligro o inseguros cuando transitan por lugares mal iluminados y que otro 35,6% se sitúa en estado de alerta. Entre las mujeres el porcentaje de las que sienten el peligro al pasar por espacios con una luz insuficiente es aún mayor y alcanza el 63%.

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Los calles, plazas o parques con poca o deficiente luz no son los únicos que provocan inseguridad a la mayoría de la población barcelonesa. Esta percepción se da también al pasar por espacios deteriorados, en mal estado o sucios (el 86,5% de las personas que participaron en esta encuesta admitieron inseguridad o alerta), en las calles o parques solitarios o poco frecuentados (83,1%) o cuando ven a otras personas haciendo botellón (77,6%).

En esta exposición de los escenarios del miedo o la preocupación por la seguridad personal llama poderosamente la atención la inclusión del transporte público, con datos que refuerzan la apuesta de los responsables municipales y autonómicos en esta materia por reforzar la presencia policial en las instalaciones y en los convoyes del metro, el autobús o los servicios ferroviarios.

La Encuesta de Victimización indica que casi la mitad (47,2%) de quienes afirman haber sufrido algún hecho delictivo consumado o en grado de tentativa en el transporte público señalan como el lugar de los hechos el metro, destacando por su mayor incidencia las líneas 1 (12%) y 5 (11%).

Un 28,4% de los entrevistados afectados por algún hecho delictivo en el transporte público lo ubica en los nudos de transporte y los intercambiadores. En este ámbito cabe destacar en un aspecto negativo los de Diagonal, Catalunya, Sants y Passeig de Gràcia, por este orden.

El autobús es señalado como escenario del delito por el 18,6% de las víctimas en el transporte públco; la incidencia en Renfe, Ferrocarrils de la Generalitat y tranvía es mucho menor.

Cabe tener en cuenta a la hora de analizar estos resultados que la Encuesta de Victimización se lleva a cabo a partir de una muestra de personas mayores de 16 años empadronadas únicamente en Barcelona, es decir, no tiene en cuenta a aquellas que se desplazan diariamente a la capital catalana.

Ni siquiera las zonas, espacios y calles comerciales garantizan una percepción de seguridad a los barceloneses. Según este macrosondeo, el 12,2% de los entrevistados afirma estar inseguro en estos lugares por regla general muy concurridos y un 55,8% se mantiene en estado de alerta cuando pasea por ellos.

Según los resultados de la Encuesta de Victimización 2025, los lugares percibidos como más seguros por la población son sus propios hogares y los equipamientos públicos, como bibliotecas, centros cívicos o instalaciones deportivas.

Asimismo dos de cada tres personas encuestadas afirma sentirse segura o fuera de todo peligro en aquellos lugares con presencia de alguna patrulla policial, si bien hay que resaltar que para un 3,2% de la muestra la visión de agentes uniformados provoca en ellos inseguridad y que a un 26,9% les activa los mecanismos de alerta.

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Aunque, a juzgar por los datos de esta encuesta, el temor a ser víctima de un hecho delictivo que afecte a su propia seguridad personas está muy extendido, los barceloneses aprueban en términos generales los niveles de seguridad de su ciudad. En una escala de 0 (nula seguridad) a 10 (mucha seguridad) la puntúan con un 5,5.

La proximidad es un factor importante a la hora de hacer esta valoración. Así, los entrevistados dan una nota media de 6,3 sobre 10 al nivel de seguridad de su propio barrio.

Quienes se sienten más seguros en su entorno más inmediato son los residentes en Sarriá-Sant Gervasi (7), les Corts (6,9) y Gràcia (6,8), mientras que los de Ciutat Vella suspenden la seguridad de su barrio con una nota de 4,9.

Un 7,8% de los entrevistados aseguran haber sido víctimas de un robo de bolso o cartera en el año anterior. A ellos hay que sumar otro 7,4% que sufrió un intento no consumado de hurto de estos objetos.

Les siguen como hechos más comunes la intimidación, coacción o amenaza (4,3%), el robo o el intento de robo del teléfono móvil (4,1% en ambos casos). La sustracción de bolso o cartera es más frecuente entre las mujeres (8,4%) que entre los hombres (7,1%).

Con información de La Vanguardia 

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