Las siete maravillas naturales de España ideales para descubrir en noviembre, según NatGeo

Descubre las siete maravillas naturales de España en noviembre: bosques milenarios, lagunas y viñedos teñidos de rojo

Cultura y Ocio Sala de redacción
siete-maravillas-naturales-espana-noviembre
siete-maravillas-naturales-espana-noviembreLas siete maravillas naturales de España en noviembre: bosques milenarios, lagunas y viñedos teñidos de rojo

Con el otoño ya asentado, España muestra su lado más pausado y envolvente, teñido de un aire mágico y melancólico a pocas semanas del invierno.

El espectáculo visual que ofrece este mes es breve e irrepetible: bosques, valles y paisajes se transforman en auténticos lienzos de la naturaleza.

Para disfrutar del encanto de la estación, nada mejor que recorrer viñedos teñidos de rojo, hayas centenarias y bosques milenarios que parecen custodiar el paso del tiempo.  

La revista National Geographic ha reunido un conjunto de escenarios naturales que se suman a otras maravillas imprescindibles y que se extienden a lo largo de la geografía española, convirtiéndose en destinos perfectos para una excursión otoñal.  

1. Castañar de El Tiemblo (Ávila)

La vertiente sur de la Sierra de Gredos muestra una de sus joyas botánicas más preciadas en este bosque milenario enclavado en la Reserva Natural del Valle de Iruelas. Su singularidad reside no solo en su extensión, la mayor del Sistema Central, sino por albergar ejemplares de castaños con más de 500 años de antigüedad.

Uno de ellos es el conocido como ‘El Abuelo’, que se estima podría llegar a tener ocho siglos sobre sus raíces. Su tronco hueco ha servido durante todo ese tiempo como refugio para pastores, ya que su perímetro es de unos 16 metros y su altura, de 19 metros. 

Protegido por una valla para garantizar su conservación, se rodea de otros ejemplares que, durante el mes de noviembre, alcanzan todo su esplendor. El paisaje de postal se puede ver a través del sendero circular PRC-AV 54 durante poco más de 4 km, en los que está prohibido recoger castañas para preservar el alimento de la fauna local.

Tres países europeos ideales para recorrer en autocaravana este otoño Tres países europeos ideales para recorrer en autocaravana este otoño

2. Laguna de Padul (Granada)

A los pies del Parque Natural de Sierra Nevada descansa uno de los humedales más importantes del sur de la península. La Laguna de Padul no solo posee un inmenso valor ecológico como refugio de avifauna, sino que también es una ventana a la prehistoria gracias a los importantes hallazgos paleontológicos que han tenido lugar en sus suelos, incluyendo restos de mamuts.

Sus 300 hectáreas protegidas abarcan la única zona húmeda de origen endorreico de la provincia y la mayor turbera de Europa meridional.

En sus orillas y entre sus senderos, como la Ruta del Mamut, la del Rinoceronte o la del Tigre Dientes de Sable, el otoño cuela sus colores en las hojas de las espadañas, los carrizos, los chopos, los álamos y los sauces.

3. Hayedo de Montejo (Madrid)

Con 250 hectáreas, este hayedo, uno de los más meridionales de Europa, se asienta en la falda de la Sierra de Ayllón como una auténtica reliquia natural.

Rareza botánica donde las haya por su supervivencia desde épocas postglaciales gracias a su microclima único, su excepcionalidad le ha valido el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como parte de los ‘Hayedos primarios de los Cárpatos y otras regiones de Europa’.

La combinación de una humedad constante, un suelo fértil y una orientación estratégica le permiten captar las masas de aire húmedo que chocan contra la sierra. En la antigua dehesa, conocida como El Chaparral, no solo se alzan hayas centenarias, sino también robles, acebos, abedules y una rica fauna de jabalíes, corzos y zorros.

Existen tres itinerarios oficiales para descubrirlo: la senda del río Jarama, la senda de la ladera y la senda del mirador, en orden de menos a más exigencia.

4. Ruta del Mimbre (Cuenca)

Anidadas en los valles de los ríos Escabas y Trabaque, las plantaciones de mimbre tiñen el paisaje de un rojo intenso durante todo el invierno. Los cultivos representan un profundo legado cultural y económico para los habitantes de la comarca de la Alcarria y la Serranía conquense, y prueba de ello es que la provincia de Cuenca es la principal productora de España de este material.

Antes de su recolección, que se lleva a cabo entre finales de noviembre y mayo, es cuando adquieren su característico tono rojizo, creando todo un espectáculo visual. Para disfrutar de él, la mejor manera es realizar la Ruta del Mimbre, un recorrido de aproximadamente 40 km que serpentea a través de campos, secaderos, talleres artesanos y pueblos como Priego, Cañizares o Beteta.

5. Fageda de la Grevolosa (Barcelona)

En el límite entre las comarcas de Osona y la Garrotxa, con su famosa Fageda d’en Jordà, se encuentra uno de los hayedos mejor conservados de Cataluña, un bosque dentro del Espai d’Interés Natural de les Serres de Milany-Santa Magdalena i Puigsacalm-Bellmunt.

Este verdadero santuario natural de árboles monumentales y ambiente mágico cuenta con ejemplares que superan los 40 metros de altura, más de un metro de diámetro y edades entre los 200 y los 300 años.

Acebos, robles y avellanos comparten hogar en este ecosistema que, durante el otoño, ofrece su mejor versión. La paleta de colores transforma el bosque, que puede conocerse a través de una ruta circular que comienza cerca del Coll de Bracons y que pasa, a lo largo de casi 6 km, por lugares como la ermita de Sant Nazari, del siglo XIV y rodeada de robles centenarios, y las tres hayas catalogadas como árboles monumentales. Una variante suma más de 2 km para subir hasta el Puig de l’Àliga.

Cinco rutas otoñales en tren para escapar del turismo masivoCinco rutas otoñales en tren para escapar del turismo masivo

6. Viñedo de Aiguaviva (Tarragona)

De todos es sabido que la viña también se colorea cuando llega el otoño, y en el Baix Penedès (Cataluña) no podía ser menos; pero hay un pueblo cuyos alrededores no cambian al ocre, ni al amarillo, ni al naranja, sino al rojo vivo. Esta joya paisajística, que atrae a fotógrafos y curiosos, tiñe el entorno de escarlata entre pinares de intensos verdes, rutas de senderismo y pequeños encantos rurales.

La razón de esta singular coloración reside en la variedad de uva que se cultiva, la garnacha, cuyas cepas pierden la clorofila durante esta estación, dejando paso a pigmentos como las antocianinas, responsables de estos tonos. Con lo cual, Aiguaviva no es el único punto donde pueden verse, sino también en lugares cercanos como el Pla de Manlleu, Aiguamúrcia y Querol, pero en el Alt Penedès.

7. Hayedo de Tejera Negra (Guadalajara)

Vestigio de épocas pasadas donde dominaban climas más húmedos y fríos, este hayedo, otro de los más meridionales de Europa, también se incluye en el mismo conjunto Patrimonio de la Humanidad que el Hayedo de Montejo.

Ubicado en el corazón del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, en los valles de los ríos Lillas y Zarzas, sus hayedos se completan con robles melojos, pinos silvestres, tejos, acebos y abedules en una gran riqueza botánica.

Nombrado Tejera Negra por un valle cercano donde existían varios ejemplares de tejos muy oscuros, este hayedo se convierte en un espectáculo de colores durante el otoño, con tonos dorados que desafían lo posible y atraen a visitantes que quieren pisar sus hojas e internarse en su túnel de colores.

A través de la senda de carretas, de 6 km, que atraviesa la zona más frondosa; o la senda del robledal, de unos 17 km, el bosque ofrece todas sus bellas perspectivas.

Con información de National Geographic

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email