Nicole Kidman y Antonio Banderas sorprenden con un thriller erótico de los 80 en "Babygirl"

El thriller erótico "Babygirl" causó un revuelo inesperado en el Festival de Cine de Venecia, gracias a la visión audaz de la directora holandesa Halina Reijn. Este nuevo proyecto se adentra en las turbulentas aguas del cine erótico de los años 80, pero con un giro moderno y sofisticado que ha captado la atención y generado debate.

"Babygirl", cuyo título se refiere en argot a un hombre joven y vulnerable, presenta a Nicole Kidman como una alta ejecutiva insatisfecha, atrapada en una vida de poder y lujo. El personaje que interpreta Kidman siente un vacío a pesar de liderar una de las más grandes empresas ecológicas y como una forma de “liberación” comienza a buscar a un joven asistente, interpretado por Harris Dickinson. La dinámica entre ambos personajes desafía las normas establecidas, invirtiendo los roles tradicionales de dominio y sumisión en el contexto de una relación emocionante y erótica.

El film incluye temáticas profundas como el poder, el consentimiento y el deseo, revelando un enfoque crítico que ponga en reflexión a los estereotipos de género que existen en la sociedad.

Kidman, por su parte, destacó que la película explora los pensamientos de las personas, sus secretos y el ejercicio del poder incluso durante el matrimonio. A pesar de su esfuerzo físico y emocional en las escenas eróticas, en lo que la actriz calificó como un rodaje “extenuante”, se sintió compelida a continuar, subrayando la profundidad de la experiencia que vivió durante la filmación.

Por su parte, Antonio Banderas, que interpreta al marido de Kidman, ofrece una reflexión sobre el cambio en las percepciones cinematográficas. En comparación con sus trabajos anteriores, Banderas señala que muchas películas de su pasado serían ahora vistas como políticamente incorrectas, evidenciando una evolución en los temas y enfoques en el cine.

A pesar de su aparente audacia, "Babygirl" ha sido descrita por algunos críticos como una obra que, aunque se enfrenta a las viejas convenciones del cine erótico, mantiene una estructura segura y convencional. La directora Halina Reijn, conocida por su capacidad para desafiar y cuestionar, construyó un relato que, aunque provocativo, evita caer en los extremos de la nostalgia o el revisionismo.

En la misma competición, el cineasta francés Emmanuel Mouret presentó su última obra, "Trois amies", una celebración del diálogo y el paseo en el cine. Con un estilo que recuerda a los trabajos de Eric Rohmer y Woody Allen, Mouret ofrece una comedia delicada y emocional sobre tres amigas y sus distintas concepciones del amor. Esta obra junto a la de Halina Reijn representan dos filmes que prometen una exploración profunda y divertida de las relaciones humanas.