Uno de los bosques más extraños del mundo cerca de Barcelona: ¡Descúbrelo!

A tan solo media hora en coche de Barcelona (como estos otros preciosos lugares), el Bosque de Òrrius es un lugar donde la prehistoria y el misterio se entrelazan para ofrecer una experiencia original e ideal para descubrir con niños en otoño. Este rincón fascinante ha sido desde hace siglos una fuente de historias antiguas y leyendas que aún resuenan entre sus árboles y piedras, es el plan perfecto para escapar del bullicio de la ciudad durante un día.

¿Cuál es el origen del bosque?

El Bosque de Òrrius está rodeado de teorías sobre el origen de sus esculturas enigmáticas, las cuales parecen emerger de la misma tierra como si guardaran secretos de civilizaciones olvidadas. La más conocida es la "Cara de Pedra", una figura tallada en la roca que parece mirar directamente a los visitantes. Otra de las figuras más populares del recorrido es un gran elefante de piedra. Muchos visitantes suben sobre este inmóvil animal para sacarse la foto perfecta.

Su expresión enigmática ha generado todo tipo de teorías: algunos creen que pertenece a la época prehistórica, otros aseguran que es obra de civilizaciones antiguas que habitaron la zona, mientras que hay quienes atribuyen su creación a ritos esotéricos.

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Sin embargo, aunque la autoría permanece anónima, se calcula que las figuras fueron esculpidas en las piedras del bosque hace 70 años.

Los expertos han encontrado vestigios de civilizaciones íberas en la región, y afirman que es posible que el Bosque de Òrrius haya sido un sitio de culto o de prácticas rituales. De hecho, algunos arqueólogos y estudiosos sostienen que la zona estaba marcada por altares y espacios de reunión espiritual, lo cual se hace eco en la energía especial que muchos dicen percibir en el lugar.

Uno de los bandoleros más famosos de Cataluña se escondía en este bosque

El Bosque de Orrius está estrechamente vinculado a la leyenda de Perot Rocaguinarda, uno de los bandoleros más famosos de Cataluña durante el siglo XVII. Rocaguinarda fue una figura temida y admirada, y el Bosque de Orrius se convirtió en uno de sus escondites preferidos.

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Según la tradición popular, Rocaguinarda y su cuadrilla aprovechaban la oscuridad y el laberinto de vegetación del bosque para ocultarse y repartirse el botín de sus incursiones. Este entorno frondoso y de difícil acceso le ofrecía el refugio ideal para planear emboscadas y escapar de las autoridades que intentaban capturarlo.

Más allá del bosque mágico: un paseo por la prehistoria

Si la prehistoria es de vuestro interés, no dudéis en visitar la Ruta Prehistórica que se encuentra en Òrrius, donde descubriréis dólmenes y otras piezas arqueológicas escondidas entre la naturaleza.

La “Pedra de l’Oreneta”, es un gran bloque de granito que posee una forma curiosa causada por la erosión, y la “Pedra Foradada” es otra interesante roca con un agujero central. Si decidís emprender esta ruta, debéis estar bien atentos para encontrar una pintura rupestre levantina entre las rocas, que fue elaborada entre el Neolítico y la Edad de Bronce.

Con información de Viajar