Activistas de la flotilla a Gaza denuncian malos tratos en cárceles de Israel

Un grupo de activistas que participó en la flotilla humanitaria con destino a Gaza y que fue deportado por las autoridades israelíes ha denunciado haber sufrido malos tratos durante su detención. Además, han manifestado su preocupación por el estado de los compañeros que continúan retenidos en Israel.

El domingo, veintiuno de los activistas repatriados llegaron al aeropuerto de Madrid, donde fueron recibidos con muestras de afecto por familiares y simpatizantes. Las imágenes del reencuentro, difundidas por la agencia Reuters, muestran abrazos y gestos de alivio tras su regreso.

Estos activistas formaban parte de los cerca de 450 participantes, entre ellos la reconocida defensora del medio ambiente Greta Thunberg, que fueron arrestados la semana anterior mientras navegaban a bordo de la flotilla Global Sumud.

Esta iniciativa, compuesta por más de 40 embarcaciones, tenía como objetivo entregar alimentos, agua y medicinas a la población de Gaza.

Las detenciones se produjeron entre el miércoles y el viernes, y muchos de los arrestados fueron trasladados a centros penitenciarios en Israel, donde aún permanecen. El gobierno israelí ha rechazado categóricamente las acusaciones de maltrato.

La flotilla, que inició su travesía a finales de agosto, representa el más reciente esfuerzo de activistas internacionales por desafiar el bloqueo marítimo impuesto por Israel sobre el territorio palestino.

Mientras que los organizadores defienden la legalidad y el carácter humanitario de la misión, Israel sostiene que el bloqueo está amparado por la ley y ha calificado la operación como una provocación.

España activa asistencia consular en Israel a activistas de la Flotilla Global Sumud

Goretti Sarasibar, uno de los activistas deportados de Tel Aviv el domingo, dijo a Reuters que, después de ser liberados de sus celdas, fueron obligados a ver imágenes del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 a Israel, cuando militantes mataron a 1.200 israelíes y tomaron 250 rehenes.

“No nos dieron comida en todo el día”, dijo, y agregó: “Ahora estamos súper felices comiendo, porque estábamos hambrientos”.

El activista neerlandés Marco Tesh contó que en un momento dado no pudo respirar “porque me pusieron algo en la cara y me ataron las manos a la espalda”.

Los participantes de la flotilla, en la imagen con camisas blancas, que navegaban a bordo de los barcos de la Flotilla Global Sumud aplauden a su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas el 5 de octubre de 2025.

Su compañero deportado Rafael Borrego mostró las marcas de esposas en sus muñecas y describió las condiciones de la cárcel.

“Cada vez que alguno de nosotros llamaba a un agente de policía, nos arriesgábamos a que siete o más personas completamente armadas entraran en nuestra celda, como hicieron en la mía, apuntándonos con armas a la cabeza, con perros listos para atacarnos, y siendo arrastrados al suelo”, declaró a Reuters. “Esto ocurría a diario”.

Juan Bordera, un legislador y activista español, dijo que “tememos” por los prisioneros restantes, haciéndose eco de informes anteriores sobre condiciones terribles en la cárcel, como “comida podrida”, agua no potable y palizas, y algunos prisioneros recurrieron a huelgas de hambre.

Las autoridades israelíes han deportado hasta ahora al menos a 170 de los activistas que detuvieron.

En respuesta a informes anteriores de que los activistas habían sido maltratados, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel dijo que las acusaciones eran “mentiras descaradas”.

“Todos los derechos legales de los detenidos están plenamente respetados”, publicó el ministerio en X el domingo.

Con información de CNN