Las Vegas: la tímida amish que acabó convertida en stripper

Esta es la historia de Naomi Swartzentruber, una mujer amish que se escapó de una granja para desatar sus deseos más profundos y convertirse en bailarina exótica

Actualidad Sala de redacción
Naomi Swartzentruber, vestida como amish- stripper El Mundo - fotos compartidas en Instagram
Foto: El Mundo/Instagram de Naomi Swartzentruber

En un mundo gobernado por las redes sociales, cuesta hacerse a la idea de cómo viven las comunidades que rechazan la tecnología. Como los amish, que se mantienen fieles a sus principios: son enemigos de los ordenadores, los móviles e incluso los electrodomésticos y prefieren vivir a la antigua usanza.

Los amish conviven en grupos cerrados que se guían por sus propias reglas y una jerarquía patriarcal. Es decir, las mujeres deben ser sumisas y obedecer, sobre todo, a sus padres y esposos.

Esta semana, se ha hecho viral la historia de una mujer amish que decidió romper todas las reglas. Se trata de la ahora influencer Naomi Swartzentruber (44), que pasó de rechazar totalmente el mundo moderno a convertirse en bailarina exótica.

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Y eso es lo que cuenta en su libro The Amazing Adventures of an Amish Stripper: An Erotic Memoir que publicó en agosto de 2023 y que ha tenido una excelente recepción en plataformas como Amazon.

De acuerdo con la propia autora, desde su infancia envidiaba lo que tenían sus vecinos, que vivían cerca de su granja, y "anhelaba toda las libertades mundanas que su religión le prohibía", por lo que al llegar a la pubertad comenzó a "experimentar todo a lo que le había dicho que 'no'". Según su relato, en su adolescencia empezó a escaparse con algunos de sus compañeros para "probar la bebida, el tabaco y el sexo". Pero cuando tenía 17, la pillaron.

"Esa fue la gota que colmó el vaso. En ese momento supe que lo que quería era divertirme para siempre. Y como no quería escaparme más, tomé la decisión de marcharme", comentó.

Había un fuego dentro de mí que me decía que me merecía más vida que la que tenía", ha desvelado, recientemente, a People. Así, cerca de los 19 años, Naomi hizo sus maletas y optó por dejar su granja en Michigan. Pero las cosas no ocurrieron cómo ella las había planeado.

Durante su primera etapa, estuvo acompañada por un chico que acabó siendo su novio y que la convenció de mudarse a Minnesota. Pero luego, en 1999, se vio completamente sola. El hombre que había prometido amarle la había dejado y se encontraba arruinada y triste.

No obstante, un día de noviembre, todo cambió cuando una amiga le llevó a un club de striptease con la excusa de enseñarle "una nueva forma de ganar dinero".

"Minutos antes de subirme al escenario, ni siquiera sabía a dónde iba. Pero algunas chicas me ayudaron. Me pusieron un bikini rosa intenso, me empujaron frente al público y luego de eso nunca hubo vuelta atrás", ha indicado al medio sobre la primera noche que ganó 55 dólares en propina", aseguró.

En ese momento, para Naomi aquel dinero era una fortuna y eso fue, precisamente, lo que la incitó a buscar un puesto permanente en el club. Aunque le costó deshacerse de su mentalidad amish.

"En un principio me negué. Pero cuando probé el escenario fue como 'aquí hay algo que me hace sentir empoderada, una pasión que me encanta' y cuando comprendí que me gustaba cómo me sentía, le pedí trabajo al director del local. Él me dijo 'puedes empezar mañana' y estuve como bailarina durante 20 años", ha confesado.

Posteriormente, Swartzentruber se trasladó a Las Vegas "donde hizo realidad sus sueños más salvajes" e incluso dio un paso más allá: se convirtió en trabajadora sexual.

En su libro, Naomi cuenta lo mejor del mundo de la noche, pero también advierte sobre los peligros de esa oscuridad, a través de su relato. Dice que "ese mundo pecaminoso comenzó a consumirle y que su deseo por lo prohibido se transformó en una adicción siniestra que puso en riesgo su integridad e, incluso, la libertad que había obtenido al escapar de su comunidad". Pero ahora, en la actualidad, todo está en orden en su vida.

 

De acuerdo con People, la instagramer tomó la decisión de alejarse de su trabajo en 2021, cuando se quedó embarazada, y hoy se siente orgullosa de mostrar a su familia -compuesta por su esposo Nick y su hijo de tres años-, con quienes vive en Arizona. Por otro lado, la ex stripper ha vuelto a contactar con sus parientes y, aunque en un principio fue rechazada, ahora han aprendido a aceptar su estilo de vida diferente.

"Con el tiempo, hemos mejorado nuestra relación y ahora tengo un gran vínculo con mi familia. Mis padres aún no aceptan a mi pareja. Pero tengo una hermana y tres hermanos en Michigan y son increíbles. Comprenden que yo esté enamorada, nos quieren a los dos, salimos a cenar, nos invitan a comer y hasta algunos amish nos ayudan, a veces, con cosas de la casa", ha señalado Naomi.

Con información de El Mundo 

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