La violencia vicaria adopta múltiples formas más allá del asesinato

El Ministerio de Igualdad aboga por regular la violencia vicaria tanto en la ley integral contra la violencia de género como en el Código Penal

Sociedad Agencias
La violencia vicaria adopta múltiples formas más allá del asesinato
La violencia vicaria adopta múltiples formas más allá del asesinato

La violencia vicaria contra niños y niñas menores de edad es común y adopta múltiples formas más allá de la más extrema, el asesinato.

Este tipo de violencia se puede presentar en diversas acciones tales como: no suministrarles sus medicinas, llevarlos sucios o vestidos inadecuadamente, no dejar que vayan al colegio o recogerlos tarde, insultarlos y menospreciarlos, ofrecerles alcohol o drogas, agredirles… 

En relación al renovado Pacto de Estado contra la Violencia de Género, el Ministerio de Igualdad quiere que la ley recoja una definición amplia y tipifique, para castigarla, este tipo de violencia machista ejercida sobre todo contra la infancia y la adolescencia, aunque no sólo con el objetivo prioritario de dañar a las madres. 

Así lo ha anunciado la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en el Congreso de los Diputados el pasado jueves.

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, explicó a EFE que «este tipo de violencia de género puede presentar formas muy diversas, no tiene por qué culminar en asesinatos o lesiones graves, y normalmente se vincula a situaciones en las que las mujeres ponen fin a la relación con el maltratador».

Decenas de personas durante la manifestación 25N Foto: Jesús Hellín/Europa Press47 mujeres asesinadas por sus parejas y la peor cifra por violencia vicaria en 2024

El Ministerio de Igualdad aboga por regular la violencia vicaria tanto en la ley integral contra la violencia de género como en el Código Penal.

«Si hablamos de protección, en mi opinión la legislación debería priorizar la protección de niños, niñas y adolescentes por su mayor vulnerabilidad y frecuencia como víctimas, pero no podemos olvidar a otras personas cercanas que también están en riesgo, principalmente familiares o nuevas parejas», incide Martínez.

Maltrato habitual

La psicóloga clínica y perita forense Sonia Vaccaro, que acuñó el término de violencia vicaria, solicita que la reforma de la ley deje «muy clara la intencionalidad del hombre de dañar a la mujer a través de los hijos e hijas, de un familiar directo muy allegado a ella o de los animales de compañía».

Vaccaro indica que se ejerce de modo preferente contra los menores porque el agresor tiene acceso a ellos tras la separación y denuncia que las instituciones permiten que los maltratadores sigan en contacto con ellos.

«Se continúa disociando la peligrosidad del individuo de su rol de padre. Se siguen otorgando visitas y custodias compartidas. Se privilegia más el contacto con un padre, padre entre comillas porque un padre es otra cosa, que el interés superior de la criatura.

Mientras no se entienda esto, seguiremos lamentando no sólo asesinatos y secuestros, también el maltrato habitual», asevera.

Desde 2013, 63 menores han sido asesinados por sus padres o por las parejas o exparejas de sus madres en España. El asesinato es la manifestación más extrema de esta violencia, pero no la única.

La magistrada Isabel Giménez García, presidenta del comité de expertas para la ampliación de la ley de protección a la infancia frente a la violencia, llama la atención sobre el número de menores expuestos a este maltrato: el Ministerio de Interior ha detectado a 5.666 niños y niñas en riesgo de ser agredidos por los maltratadores de sus madres desde 2019.

Una mujer fue asesinada por violencia machista cada 7,6 días en 2024|Foto: Europa PressViolencia machista: una mujer fue asesinada cada 7,6 días en 2024, según informe

«Hay muchísimas situaciones de riesgo y es muy importante que tengamos en cuenta las alertas para proteger a los niños y las niñas y que no banalicemos ningún tipo de violencia. Tenemos que estar muy sensibilizados a cuáles son esas situaciones que pueden llevar a ese gran riesgo de muerte», destaca la magistrada, que pide formación y sensibilización de todos los órganos judiciales para que dicten medidas de protección.

«Pueden ser amenazas a la madre diciendo que no va a volver a ver al niño, que el menor vuelva con moratones, que no quiera ver al padre, las negligencias en los tratamientos médicos, en los cuidados básicos de higiene y alimentación, en el apego, desautorizaciones y humillaciones…», enumera.

Con información de EFE 

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