Escultura de Trump y Epstein frente al Capitolio desata polémica: “Mejores amigos para siempre”

Este miércoles, en los alrededores del Capitolio de Estados Unidos (EEUU), los transeúntes se han encontrado una instalación artística que no pasó desapercibida. Se trata de una escultura que representa al presidente estadounidense Donald Trump y Jeffrey Epstein dándose la mano.

El monumento apareció acompañado por tres placas identificativas y un mensaje provocador: “En honor al mes de la amistad. Celebramos el vínculo duradero entre el presidente y su ‘amigo más cercano’”.

La obra, atribuida al colectivo artístico anónimo :The Secret Handshake', ha sido autorizada por el Servicio de Parques Nacionales para permanecer durante cinco días en el National Mall de Washington D.C., un espacio emblemático que alberga monumentos como la Casa Blanca, el obelisco de Washington y el propio Parlamento del país.

Aunque la pieza adopta un tono satírico, su intención crítica es evidente.

El trasfondo de esta intervención artística remite a uno de los capítulos más controvertidos en la trayectoria pública de Trump: su relación con Jeffrey Epstein, condenado por delitos sexuales y señalado como el organizador de una red de tráfico de menores con alcance internacional.

La existencia de una lista de personalidades vinculadas a dicha red ha generado amplio debate, especialmente porque los detalles de la investigación judicial aún no han sido divulgados en su totalidad.

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Si bien el presidente de EEUU ha negado cualquier vinculación con los terribles negocios de su entonces amigo íntimo, la sombra de la duda supone un daño reputacional serio por su capacidad de apelar a sus votantes, quienes muestran mucho interés por este asunto.

Peliagudo como es el 'caso Epstein' y peligroso para Trump, no hay duda de que quienes han hecho uso de su libertad de expresión para colocar la obra buscan, a pesar del símbolo afable, atacar al presidente donde le duele.

La escultura está plagada de detalles, como la reproducción de una parte de la carta atribuida a Trump en que elogia a Epstein, cuya firma además representa los genitales femeninos.

La estatua, con sus protagonistas a escala real, está hecha de espuma y resina, con una capa de pintura que simula el bronce, para darle un efecto de mayor seriedad. En las placas se reproducen halagos del uno al otro. A juzgar por las imágenes que se han publicado en redes sociales, la chanza no está pasando desapercibida.

Por su parte, la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Abigail Jackson, ha respondido preguntada por el 'Washington Post', que «no es ninguna novedad que Epstein conociera a Donald Trump, porque Trump echó a Epstein de su club por ser un asqueroso».

También ha quitado hierro al asunto al afirmar que «los liberales son libres de malgastar su dinero como mejor les parezca».

Este tipo de manifestaciones de detractores de Trump no son inusuales. Hace solo una semana, durante la visita oficial del magnate a Reino Unido, se proyectó sobre una de las torres del castillo de Windsor un conocido vídeo en el que Trump y Epstein ríen en una fiesta privada.

El lugar en el que ha aparecido esta estatua también ha albergado otras críticas con el presidente, como una estatua de falso bronce con excrementos sobre una mesa del Capitolio u otra con un pulgar que aplastaba la Estatua de la Libertad.

Con información de ABC