Israel pasa a la final de Eurovisión 2025 junto a Austria y Finlandia

La Unión Europea de Radiodifusión ha aceptado abrir un debate tras esta edición de Eurovisión sobre la participación de Israel en el futuro, ya que la ofensiva militar de su gobierno en Gaza se ha cobrado ya la vida de más de 50.000 palestinos, 15.000 de ellos niños, según datos oficiales

Cultura y Ocio Agencias
La israelí Yuval Raphael interpreta la canción «New Day Will Rise» en Eurovisión|Foto: EFE/EPA/Georgios Kefalas
La israelí Yuval Raphael interpreta la canción «New Day Will Rise» en Eurovisión|Foto: EFE/EPA/Georgios Kefalas

La segunda semifinal de Eurovisión 2025 podría haber facilitado el triunfo de Suecia este sábado, ya que ninguno de sus posibles contrincantes, como Austria, Finlandia o Israel, que a pesar de la actual ofensiva en Gaza, consiguió clasificarse sin mayores incidentes aparte de algunos abucheos apenas perceptibles.

Grecia, Malta, Letonia, Luxemburgo, Dinamarca, Armenia y Lituania también siguen en la competencia. En contraste, los representantes de Australia, Montenegro, Irlanda, Georgia, Chequia y Serbia han sido eliminados.

Los países que avanzaron se unen en la final al anfitrión, Suiza, a los cinco grandes de Eurovisión, «Big Five», (España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania), y a los diez que superaron la primera semifinal: Países Bajos, Ucrania, Albania, Estonia, Portugal, San Marino, Islandia, Polonia, Noruega y Suecia.

Por otra parte, el cantante australiano Go-Jo finalizó su divertida presentación en esta semifinal sin camisa. Él fue el responsable de abrir el concurso con una licuadora gigante y la alegoría poco disimulada de 'Milkshake Man', que incluyó la frase: "Tengo un caramel banana que deberías ver"."

Mucho más vestida, con su traje-capullo, ha llegado la montenegrina Nina Žižić, con una balada densa como la de la georgiana Mariam Shengelia, quien además llegaba aquí con un tema en pos de la libertad pero en nombre de un país cuyo gobierno pretende firmar leyes que socaban los derechos LGTBIQ+.

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Más divertida ha sido la oda a la histórica perra espacial de la irlandesa Emmy con sonidos a lo Aqua, ‘Laika Party’, a la que han tomado el relevo el canto coral de las ninfas letonas Tautumeitas y, con especial atención por ser segundo en las apuestas, el lamento con tesitura de contratenor del austríaco JJ, ‘Wasted Love’, sumido en una epopeya marina en blanco y negro.

La griega Klavdia, reencarnación centenial de Nana Muoskouri, ha conectado musicalmente con el espíritu de la representante de Ucrania Jamala en 2016, mientras han añadido una mínima representación del rock los lituanos Katarsis y el armenio Parc con, su envalentonado remedo a lo Imagine Dragons, ‘Survivor’.

Polémica por canción

La Unión Europea de Radiodifusión (UER) no le permitió a la maltesa Miriana Conte titular ‘Kant’ su canción, que podía entenderse literalmente en maltés como «cantando» o, fonéticamente, como la voz coloquial en inglés para los genitales femeninos. Poco ha importado la censura, porque el público no ha dejado de cantar la palabra clave y la pantalla se ha llenado con un fondo de piernas abiertas inequívoco.

Enérgico chorro de voz ha mostrado en la canción ‘Hallucination’ otra de las divas de la noche, la danesa Sissal, en contraste con el fallido cambio de registro de graves a agudos del checo Adonxs en ‘Kiss Kiss Goodbay’ y con la melancólica balada balcánica ‘Mila’ del serbio Princ.

Cabe destacar el homenaje por parte de Luxemburgo a uno de sus mayores éxitos eurovisivos, el ‘Poupée de cire, poupée de son’, que escribió Serge Gainsbourg, en manos de la jovial Laura Thorn que reinterpreta para estos tiempos en clave de una marioneta que corta sus cuerdas.

Por otra parte, con algunos pequeños abucheos al inicio de la actuación ha saldado la israelí Yuval Raphael su salto al escenario, con ‘New Day Will Rise’, casi inaudibles en comparación con los pitidos que han empañado por la tarde su ensayo con público. Por ello, han sido expulsadas seis personas con silbatos y una bandera propalestina de grandes dimensiones.

En la retransmisión para RTVE se ha recordado que la UER ha aceptado abrir un debate tras esta edición sobre la participación de Israel en el futuro, toda vez que la ofensiva militar de su gobierno en Gaza se ha cobrado ya la vida de más de 50.000 palestinos, 15.000 de ellos niños, según datos oficiales.

El cierre del concurso, bastante más lúdico, ha llegado en cohete con forma de micrófono gigante cabalgado por la valkiria de Finlandia Erika Vikman quien, con ‘Ich Komme’, ha reivindicado la visibilización del deseo femenino.

Con información de EFE 

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