La anemia y sus efectos

La anemia afecta a casi tercio de la población mundial y se le atribuye el aumento de la morbilidad y la mortalidad

Salud y Bienestar Alejandro Borges

La sangre en el cuerpo se encarga de transportar todo tipo de sustancia y esta función es tan importante en el organismo que una pérdida significativa de esta puede ocasionar el perder la conciencia e incluso la muerte.

Aparte de transportar oxígeno y nutrientes en todo el organismo, también contribuye en la regulación térmica del cuerpo, trasporta todo tipo de sustancia de un lado a otro en el cuerpo y defiende de las infecciones que pueden poner en peligro la integridad del cuerpo mismo.

La anemia afecta a casi tercio de la población mundial y se le atribuye el aumento de la morbilidad y la mortalidad, a la disminución de la productividad laboral y al deterioro del desarrollo neurológico.

Con esta premisa queda claro que si algo ocurre con la sangre o esta se ve alterada de alguna forma, por consecuencia, los resultados no son favorables en lo absoluto.

Foto de Andres Ayrton: https://www.pexels.com/es-es/foto/sano-mujer-apple-azucar-6551415/

¿Qué es la anemia?

La anemia se puede definir como un número reducido de glóbulos rojos circulantes o una condición en la que estos son insuficientes para satisfacer las necesidades del cuerpo en totalidad.

Los glóbulos rojos son quienes danzan en todo el cuerpo repartiendo oxígeno a todas las células que lo conforman. Esto es debido a la proteína que lo conforma llamada hemoglobina.

Cuando se inhala aire al respirar, la hemoglobina del interior de los glóbulos rojos capta el oxígeno en el pulmón y, al moverse por la sangre, lo reparte los tejidos del cuerpo que lo necesiten. Al mismo tiempo, la hemoglobina recoge el dióxido de carbono de las células y los transporta hasta el pulmón para que allí sea expulsado del sistema en la exhalación.

El problema ocurre que cuando se tiene anemia, este sistema se ve alterado. Esto puede ocurrir porque se presenta un déficit de hemoglobina o un déficit de glóbulos rojos. Estas razones pueden experimentarse por una cantidad muy basta de complicaciones, por lo que hay por igual una vasta cantidad de tipos de anemia.

En simplificados términos, es posible agrupar las anemias en tres categorías: anemias debidas a que no producen suficientes glóbulos rojos en el organismo; anemias debidas a que los glóbulos rojos se destruyen a un ritmo más acelerado al de la producción de estos y anemias debidas a una pérdida de sangre.

Insuficiencia de glóbulos rojos: hay múltiples razones para que esta complicación sé dé, pero a grosso modo, se puede sintetizar en la escasez de los requerimientos del organismo asociados a los glóbulos rojos, como es el caso de la vitamina B12. Al presentar alguna carencia de alguno de estos nutrientes, el cuerpo no puede producir la cantidad de glóbulos necesarios o la cantidad con la calidad necesaria, al menos.

La inflamación crónica, la infección o el cáncer también pueden inhibir la producción de los mismos.

Destrucción de glóbulos rojos: estos tienen una duración de 120 días aproximados en el cuerpo. Una vez pasado este ciclo son eliminados del cuerpo, siendo el Bazo el catalizador de ese proceso. Sin embargo, hay casos donde los glóbulos rojos se destruyen antes de lo esperado, dando lugar así a la hemolisis. Cuando el cuerpo no puede compensar esta destrucción excesiva de glóbulos rojos, es cuando tiene lugar la anemia, en este caso llamada anemia hemolítica.

La anemia hemolítica puede ser debida a conflictos de los propios glóbulos rojos, pero comúnmente esto lo provocan otros trastornos que los destruyen.

Anemia por pérdida de sangre: En estos casos los glóbulos rojos se producen sin problemas y funcionan sin irregularidades, pero por motivos externos se pierde sangre a un ritmo más rápido de lo que se puede remplazar las células perdidas, causando así la anemia.

Comúnmente, la anemia leve por deficiencia de hierro se detalla en mujeres de edad fértil, generalmente debido a una ingesta dietética carente del suficiente hierro y a la pérdida mensual con los ciclos menstruales. La anemia también es común en pacientes de edad avanzada, esto es debido a una mala nutrición, particularmente de hierro y ácido fólico. Otros grupos en riesgo incluyen a los alcohólicos, la población sin hogar y aquellos que sufren negligencia o abuso.

Aunque hay una cantidad enorme de tipos de anemia, todas redundan en los mismos principios, hay una carencia importante. Aunque tengan distintas causas cada uno, los signos y síntomas siguen siendo los mismos. 

Anemia 2

Foto: Ketut Subiyanto

¿Cómo saber si se sufre de anemia?

Los síntomas comunes son: sentirse débil, fatigado y somnoliento, puede costar respirar adecuadamente tras hacer alguna actividad física, dolores de cabeza e incluso mareos, la piel puede estar fría al tacto o tener un color pálido, un latir del corazón más rápido para bombear la sangre más deprisa y así compensar el transporte de oxígeno ineficiente.

Los síntomas pueden variar en función de la gravedad de la anemia, ya que en un caso de anemia leve puede que no se note ninguno de estos síntomas o que sean tan leves que no se les dé importancia.

El problema reside en que cuando la anemia empeora, los síntomas se van haciendo más graves, afectando al cuerpo de forma más significativa. Por ello la importancia de diagnosticarla o tratarla lo antes posible.

Además, la anemia no es un diagnóstico como tal, sino un signo de que puede haber algo subyacente que lo esté causando y que valga la pena conocer. Tal como una afección celiaca, un problema renal, una afección en la medula ósea, entre otros.

Anemia 3

Foto: Andres Ayrton

Los suplementos orales de hierro son, con diferencia, uno de los métodos más comunes para reponer el hierro carente en los glóbulos rojos. La dosis de hierro a administrada depende de la edad del paciente, el déficit de hierro calculado, la tasa de corrección requerida y la capacidad de tolerar los efectos secundarios.

Las personas cuyos glóbulos rojos se destruyen prematuramente pueden requerir tratamiento con fármacos que deprimen el sistema inmunitario y, en última instancia, si la anemia es grave o causa síntomas, pueden ser necesarias transfusiones de sangre, que pueden salvar la vida.

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email