Descubre esta profesión útil, poco explorada y con formación accesible para todos

Conoce qué es la tanatopraxia, sus salidas laborales, formación, salario y retos emocionales en un sector con alta demanda y baja visibilidad

Empleo Sala de redacción
Descubre esta profesión útil, poco explorada y con formación accesible para todos
Descubre esta profesión útil, poco explorada y con formación accesible para todos

En el contexto actual, encontrar una ocupación que ofrezca estabilidad y posibilidades de desarrollo a largo plazo dentro del mismo sector puede parecer complicado, aunque no es una meta inalcanzable.

La inestabilidad del mercado laboral lleva a muchos a priorizar opciones formativas con múltiples salidas profesionales y buena remuneración, dejando de lado sus verdaderas vocaciones.

Entre las alternativas menos consideradas, pero con gran potencial, destaca la tanatopraxia. Esta disciplina, frecuentemente ignorada, representa una oportunidad laboral sólida.

Los tanatopractores son los encargados de realizar procesos de conservación, preparación y embalsamamiento de cuerpos tras el fallecimiento, con el objetivo de ofrecer a los familiares una presentación respetuosa y adecuada del difunto durante el velatorio.

Aunque su actividad principal se desarrolla en tanatorios y funerarias, el campo profesional de la tanatopraxia es amplio. Aquellos que complementan su formación con un curso superior en Anatomía Patológica pueden acceder a puestos en centros de investigación forense o en bancos de órganos y tejidos.

Además, existen especializaciones como la tanatoestética, centrada exclusivamente en el maquillaje del cuerpo.

Cabe destacar que una de las funciones emergentes con mayor demanda dentro del sector es la de maestro de ceremonias o coordinador de eventos funerarios. Esta figura cobra relevancia ante el creciente número de familias que optan por despedidas no religiosas, buscando ceremonias personalizadas y alejadas de los ritos tradicionales.

tanatopraxia La peligrosa práctica de la tanatopraxia

Vistas las salidas laborales falta preguntarse por el sueldo. Aunque depende en gran medida del número de horas que trabaje y de la categoría profesional en la que esté dado de alta, en un reciente episodio del podcast 17 Grados Paloma, una tanatopractora, despeja la duda.

Viendo que Paloma explica que un servicio funerario básico suele costar 6.000 euros, podríamos esperar una remuneración a la altura, pero lo cierto es que no es así. Como tanatopractora, "yo contrato servicios, hago recogidas, suicidios, accidentes, incinero, entierro, de todo", aclara Paloma, que añade que "no mucha gente puede ponerse delante de una persona fallecida".

"Mi última nómina, la del mes pasado, 1.100 euros", unas declaraciones que dejan atónitos ya no solo a los conductores del podcast, sino también a su audiencia.

Paloma matiza que ella trabaja en el sector privado, pero que también hay servicios públicos que pagan mejor a los que hay que acceder por oposición a pesar de que "hacemos el mismo trabajo".

Continuando con su intervención, Paloma destaca además que cuando una persona ingresa en el curso de tanatopraxia le aseguran "que va a tener trabajo sí o sí, que va a cobrar un pastizal", pero con su experiencia asegura que es muy difícil encontrar un trabajo así en España, mientras que en otros países como Francia o México se valoran muy bien.

Formación 

Contradiciendo la creencia popular, la verdad es que un tanatopractor no tiene por qué contar ni siquiera con formación médica.

"Se puede hacer simplemente con un curso que es super básico para el que sueles necesitar como mucho la ESO, ni siquiera Bachillerato, aunque depende del centro", aclara Paloma.

Eso sí, el precio del curso es bastante elevado, más si te incluye las prácticas: unos 2.500 euros. "Tienes que tenerlo muy claro y saber a donde vas porque yo he conocido gente que ha pagado todo, se ha sacado el curso y en el momento de las prácticas han visto un fallecido y no han podido", continúa.

Y es que buscar prácticas en el sector funerario es muy difícil, tanto que a veces los cursos ni las ofrecen, pudiendo bajar el precio en cientos de euros en algunos casos.

Con todo, antes de empezar a formarse como tanatopractor es importante aclarar que la persona debe asegurarse ser capaz de controlar sus emociones al ver un cuerpo sin vida, ya que puede encontrarse con descomposición avanzada o con fallecidos muy jóvenes.

Con información de El Economista 

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email