Exámenes rutinarios para detectar el cáncer

Primero que nada, es necesario aclarar que el cáncer no es una enfermedad, sino un conjunto de enfermedades: existen más de 100 tipos distintos; cada una con sus orígenes, variantes y complicaciones específicas. Por eso, no se comportará igual un cáncer de mama, que un cáncer de piel que un cáncer de hueso. Ni crecen igual, ni se propagan igual, ni se tratan igual.

Se realizó una estadística a partir de los datos de mortalidad y supervivencia de España, en el que se registraron casi 300 mil de nuevos casos de cáncer, diagnosticados en el 2021. Esto significa que de cada 100.000 personas residiendo en España, más de 600 han sido diagnosticadas de cáncer solo ese año. Nada más en Galicia y Castilla León, para el 2021, fueron reportados más de 700 casos nuevos en cada uno.

Los tipos de cánceres en los que se encuentran una mayor proporción de pacientes diagnosticados en España son Colorrectal 14% Próstata 12%, Mama 12% Pulmón 10% y otros de piel 7%.

Exámenes para detectar el cáncer 

Los exámenes de detección para el cáncer son útiles para encontrar el cáncer cuando apenas se está formando o iniciando a producirse, antes de que este genere síntomas de algún tipo. Así, en esta etapa temprana es más fácil de tratar el cáncer.

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Los exámenes son útiles no solo para encontrar el cáncer, sino localizarlo, disminuir así mismo la probabilidad de fallecimiento por el mismo si los exámenes se hacen con regularidad, y, aunque algunas pruebas de detección son incómodas, ha de ser más cómodo eso que tener cáncer mismamente.

Por ejemplo, los exámenes de rutina para prevenir el cáncer colorrectal son la colonoscopia, la sigmoidoscopia y las pruebas de sensibilidad alta con las que se analiza la materia fecal, como la prueba de sangre oculta y la prueba de ADN. Además de detectar temprano este tipo de cáncer, la colonoscopia y la sigmoidoscopia evitan que se inicie la enfermedad. Esto es debido a que en las pruebas a veces se encuentran pólipos que se extirpan antes de que se conviertan en cáncer.

En el cáncer de próstata puede incluir tacto rectal. En este examen, el doctor introduce en el recto un dedo cubierto con un guante lubricado para poder palpar cualquier tipo abultamiento o área firme en la próstata que pueda ser cáncer. También un examen de sangre PSA, el cual es una proteína secretada por la próstata y su nivel en sangre, puede dar una idea del panorama. Y por último una biopsia prostática para poder ser analizado en laboratorio.

Para el cáncer de mamas la mamografía es el examen de detección más común para este caso. Las imágenes por resonancia magnética son utilizadas para examinar a pacientes con alto riesgo de cáncer de mama. También en este campo hay exámenes de detección que se han estudiado o se están estudiando en ensayos clínicos como la termografía o un muestreo de tejido. Una acotación importante y es que el cáncer de mama también puede afectar a hombre.

Para el cáncer de pulmón lo que mejores resultados ha tenido hasta la actualidad es la tomografía computarizada para poder obtener imágenes detalladas del área que se quiera observar a través de rayos X. También está presente la misma radiografía de tórax e incluso el estudio citológico del esputo donde bajo estudio microscópico se analiza la presencia de células cancerígenas.

En términos generales también se puede nombrar la prueba de alfafetoproteína, el cual es un análisis de sangre que se suele usar junto con la ecografía para procurar detectar el cáncer de hígado temprano. Una imagen por resonancia magnética para buscar mutaciones en algunos genes específicos para así prevenir una variedad de cánceres diferentes.

¿Se puede prevenir el cáncer?

A pesar de que no hay una forma clara o absoluta para poder prevenir el cáncer debido a sus múltiples naturalezas, lo cierto es que, si hay alternativas para, de forma activa, poder reducir la probabilidad de padecer estas afecciones.

La Sociedad Americana de Lucha contra el Cáncer ha propuesto varias recomendaciones en materia de prevención, las cuales están basadas en estudios científicos como el hacer ejercicio al menos 5 horas por semana; comer vegetales y frutos secos; consumir granos integrales en lugar de refinados; disminuir tanto como sea posible la ingesta de alimentos procesados, carnes rojas y azúcares; y procurar no beber en lo absoluto alcohol.

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Así mismo se recomienda mantener un peso saludable y controlado junto con una buena dieta; evitar el tabaquismo y respirar cualquier tipo de humo, lo cual se hace muy complicado dentro de una ciudad; proteger la piel en las horas de mayor exposición de luz solar entre las 10 de la mañana a las 3 de la tarde y procurar usar ropas de manga larga junto con protector solar en las áreas expuestas.

El cáncer es una de las afecciones más comunes en el mundo y una de las causas más altas de muerte anual que hay a nivel mundial. Por ello, cada vez se hacen más campañas de concientización para poder prevenir de forma efectiva el mismo en etapas tempranas, en donde hay más facilidades de lidiar con ello.

Por eso es necesario hacer exámenes de forma rutinaria, varios de estos estudios, al menos 2 veces por año recomiendan los especialistas, para así poder asegurar la temprana prevención de estas afecciones y evitar tanto como sea posible el avance y la aparición de síntomas.

Tener un oncólogo de cabecera para hacer este tipo de rutina demuestra mucha más eficiencia que simplemente un historial de varios médicos diferentes. Un estilo de vida saludable, dejando el sedentarismo, reduciendo el estrés, una dieta balanceada, un ambiente tan libre como sea posible de humos vehiculares o de smoke.

Aunque la naturaleza del cáncer también puede ser genética, lo ideal es hacer todo lo posible para poder disminuir la probabilidad de poder sufrir cualquiera de sus variantes. También puede deberse a factores ambientales, por ello se recomienda vivir en zonas libres de humo, excesos de polvo o tierra y con una vegetación abundante para prevenir así cualquier contaminante.