El pueblo más bonito para viajar este abril está en Castilla y León, según Nat Geo

Las procesiones en Semana Santa en el pueblo que recomienda visitar Nat Geo están documentadas desde el siglo XVI, de la época del señorío de los Almirantes de Castilla

Cultura y Ocio Sala de redacción
El pueblo más bonito para viajar en Castilla y León|Foto: Nat Geo/Adobe Stock
El pueblo más bonito para viajar en Castilla y León|Foto: Nat Geo/Adobe Stock

El pueblo de Castilla y León que ha sido catalogado por 'Viajes' de National Geographic como el más bonito para visitar en abril, se caracteriza por sus vastos campos de cultivo de cereal y horizontes infinitos. 

La localidad de Medina de Rioseco todavía conserva su grandeza, a pesar de que  ya no navegan los barcos que transportaban grano por el Canal de Castilla hacia el Cantábrico.

Su patrimonio sacro, en el que se materializó la riqueza comercial esté pueblo, luce increíble durante la Semana Santa, fecha en la que se realiza una fiesta de interés turístico internacional.

Las procesiones de Medina de Rioseco están documentadas desde el siglo XVI, de la época del señorío de los Almirantes de Castilla, según publica Nat Geo.

ambiente-feria-2023-RGjLe41aqaDhOASbiQurCbP-1200x840@diario_abcUn recorrido por la Feria de Abril de Sevilla 2024

Mientras que muchos de los pasos que vemos en el resto de España datan de mediados del siglo pasado, aquí encontramos tallas de madera del Siglo de Oro, de maestros como Pedro de Bolduque o Rodrigo de León.

Los pasos pesadísimos marchan con lentitud y solemnidad, al ritmo grave de los tambores y también de bandas sonoras genuinas, como lo es la emblemática Lágrima, una composición de origen incierto que se ha recuperado y convertido en un himno que emociona especialmente cuando resuena en el silencio de la noche.

Son diecisiete las cofradías penitenciarias que sacan a desfilar sus pasos en este destino imprescindible para quienes buscan vivir la Semana Santa castellana en su esencia más pura.

El momento más esperado son las procesiones del Viernes Santo, cuando salen pasos como el Ecce Homo (Pilatos para los locales) o el Santo Sepulcro. Uno de los instantes más buscados es el paso de 'El Descendimiento' (La Escalera, para los locales), una obra de 1663 del artista Francisco Díez de Tudanca, considerada obra maestra del barroco riosecano, que cuando gira por la estrecha calle de Santa María, sus costaleros hacen que parezca que el paso desafía las leyes de la gravedad.

Para entender la trascendencia de la Semana Santa en la ciudad, y además para poder hacerlo fuera de estas fechas en las que la localidad hierve, podemos visitar el Museo de la Semana Santa. Se ubica en la antigua iglesia de Santa Cruz, un templo de estilo herreriano pero que recuerda al diseño de la iglesia del Gesù de Roma.

Construido entre finales de siglo XVI y comienzos del XVII, ahora funciona como espacio museístico que reúne algunas de las tallas procesionales más valiosas de Medina de Rioseco, así como elementos históricos de las cofradías, túnicas, estandartes y otros objetos litúrgicos. Pero apenas es el punto de partida para descubrir el fascinante patrimonio de arte sacro local.

Carnavales de seis ciudades españolas Seis ciudades españolas para disfrutar en grande de los carnavales

El legado de la villa de los Almirantes de Castilla

Medina de Rioseco sorprende con un casco histórico moteado de vestigios que hablan de su esplendor pasado. Fue cabeza de los dominios de los Almirantes de Castilla, título que ostentó la poderosa familia Enríquez, y cuyo legado se palpa en plazas, iglesias y soportales.

Este antiguo señorío de los Almirantes de Castilla tuvo un gran desarrollo como punto comercial de ganado y grano a partir de mediados del siglo XV, y que se fue acrecentando con el descubrimiento de América hasta recibir el sobrenombre de «India Chica» (todos los meses de agosto se celebra un mercado popular y de artesanía con ese apodo) y ganarse el título de ciudad en el 1632.

Un paseo en busca de estos vestigios puede comenzar por la calle Lázaro Alonso, donde destacan las antiguas casas de comerciantes con soportales de madera y piedra. Junto a esta arteria comercial aparece el Casino de los Caballeros, un edificio con más de tres siglos a sus espaldas que hoy funciona como espacio cultural.

La "Capilla Sixtina de Castilla".

A su lado, la majestuosa iglesia de Santa María de Mediavilla es un templo gótico-mudéjar que presenta un exterior sutil y delicado, pero que esconde un interior con unas fantásticas bóvedas de crucería que alcanzan su cénit en la Capilla de los Benavente, un delirio de color y filigranas que algunos han llamado la "Capilla Sixtina de Castilla".

Puente romano - Salamanca - Catedral - nieve - invierno Nieve y turrón: el pueblo más bonito para visitar en enero de 2025, según NatGeo

No muy lejos de aquí también se puede visitar la iglesia de Santiago Apóstol, con una impresionante fachada sur plateresca y un retablo mayor de Joaquín de Churriguera que se considera una joya del barroco vallisoletano. Y bajando por la calle Lienzos, previo paso por la Playa Mayor, alcanzamos el Museo de San Francisco, ubicado en un antiguo convento del siglo XV estrechamente relacionado con los Almirantes de Castilla.

Hoy, desacralizado, se ha dispuesto para que podamos disfrutar al máximo sus joyas de talla barroca, sus relicarios, sus documentos históricos y más.

El único canal navegable, un sueño ilustrado

No existe un gran vestigio explícito del paso de los Almirantes de Castilla por la ciudad. Muy cerca del Museo de San Francisco, el Parque del Duque de Osuna nos conduce a los Jardines del Castillo, donde no hay que esperarse ninguna fortaleza: toma este nombre por su ubicación en el antiguo emplazamiento del Palacio de los Almirantes de Castilla, que fue demolido en el siglo XIX al encontrarse en ruinas.

A su lado, se encuentra una antigua y diminuta locomotora de vapor que recuerda el fugaz paso del “tren de la burra”, llamado así por su lentitud.

Esta modesta infraestructura que conectaba la ciudad con Valladolid fue la puntilla para la navegación por el Canal de Castilla, una infraestructura que, junto a la Semana Santa, es el otro gran hito patrimonial de Medina de Rioseco.

El Canal de Castilla se considera la obra civil más importante de España de finales del siglo XVIII. Se trata de un sueño ilustrado que pretendía conectar los campos de castilla con los puertos del Cantábrico a través de un sistema de canales navegables. Y no fue solo un sueño porque, después de que se estuviera construyendo a lo largo de un siglo, dio servicio nada menos que entre 1791 y 1959.

En realidad todavía hoy sigue funcionando como sistema de regadío, además de como recurso turístico.

Al noroeste del casco viejo, encontramos la dársena del Canal de Castilla en la que concluía el Ramal de Campos, que con casi 80 km y 7 esclusas, conectaba la ciudad con Palencia y, desde ahí, con Valladolid hacia el sur y con Alar del Rey hacia el norte.

En la dársena se erige la imponente Harinera de San Anton, del siglo XIX, uno de los ejemplos de arquitectura industrial mejor conservados de toda la infraestructura. Además, Medina de Rioseco puede presumir de ofrecer paseos en barco en el único canal histórico navegable de España.

Con información de National Geographic

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email